El lenguaje soez es algo desagradable. Además, si el niño pronuncia palabras groseras. Los padres solo pueden sorprenderse: ¿de dónde sacó esto? Un niño puede escuchar expresiones groseras en cualquier lugar: en el jardín de infancia, en el patio, de los adultos, incluso de los propios padres. Admítelo, a veces te permites ser grosero y no te das cuenta. Pero no un niño: todo lo nuevo actúa sobre él como un imán, e intenta probarlo todo en la práctica. Incluyendo nuevas palabras.
Instrucciones
Paso 1
Dígale a su hijo con severidad cuando escuche un lenguaje soez: “¡Nadie usa tales palabras en nuestra familia! Nunca digas palabras tan feas ". Si el niño tiene cinco años, esta sugerencia debería funcionar. Es a esta edad cuando los bebés comienzan a formarse una idea de la ética. En respuesta al comentario, corre el riesgo de escuchar: “¿Por qué es fea esta palabra? ¡Me gusta! " o "¡Escuché esta palabra de papá!" Aquí, prepárese para mostrar su ingenio, imaginación, ingenio, lo que sea, solo para demostrarle a su hijo que la pareja no es para niños pequeños. Es necesario mantener una conversación preventiva con el cónyuge y otros miembros de la familia que se permiten jurar frente al niño.
Paso 2
El jurar es un tipo especial de desobediencia. Especialmente si el niño ya tiene entre 6 y 7 años. A esta edad, los niños saben que las palabras groseras hacen enojar a su madre, pero las pronuncian a propósito para llamar la atención. Considere por qué el niño está tratando de llamar la atención de una manera tan sofisticada. ¿Quizás no le está dando suficiente tiempo?
Paso 3
Supervise las interacciones televisivas de su hijo. A menudo, las palabras groseras provienen de la televisión. Especialmente si los habla "un héroe realmente genial". El niño puede dejarse llevar por un personaje negativo o una persona real. “Aquí está Seryoga, ¡un verdadero héroe! ¡Tiene una motocicleta y tatuajes! " ¿Suena familiar? El niño puede sentirse atraído por la imagen masculina de cualquier "pendiente" y, en consecuencia, comienza a adoptar los hábitos de esta persona, incluido el habla. Supervise el círculo social de su hijo.
Paso 4
Observe en qué situaciones el niño jura con mayor frecuencia: cuando no tiene éxito en algo y se le reprocha. Jurando, intenta confirmar: “Sí, estoy fallando. ¡Y todos ustedes no me comprenden y no me aman! Además, un niño puede jurar por un sentimiento de venganza, por un deseo de escapar del cuidado de sus padres. Las razones pueden variar.