En las relaciones íntimas con mujeres, debes actuar de manera muy sutil. La línea entre el coqueteo y la acción decisiva es muy difusa y en cada caso es individual, por lo que es importante capturar el momento en el que se puede superar.
Signos primarios de excitación
Puede parecer trillado, pero el primer signo de excitación femenina se puede ver si miras a los ojos del sexo justo. Se vuelven brillantes y húmedos. Pero no comience inmediatamente a tomar medidas decisivas, porque esto es solo el comienzo y existe la posibilidad de que lo rechacen. Espere los siguientes signos, ya que en las mujeres aparecen de manera consistente y bastante evidente.
El siguiente signo de excitación sexual es el rubor. Su apariencia casi nunca se asocia con la modestia y timidez de la niña. El enrojecimiento de las mejillas es causado por el flujo de sangre a la cabeza.
Incluso en una mujer emocionada, su voz se baja y su respiración se acelera. Se vuelve superficial y frecuente. El bello sexo comienza a respirar por la boca, por lo que sus labios se secan y comienza a humectarlos con la lengua. La garganta también se seca, por lo que la niña traga saliva con más frecuencia.
Durante este período, es importante no perder la oportunidad y comenzar a actuar con decisión. Este momento es perfecto para la transición a los besos y los juegos previos.
Signos de excitación al momento de acariciar
Durante las caricias, la mujer intenta concentrarse en las sensaciones. Ella está en silencio y cierra los ojos, y solo la respiración rápida delata su verdadero estado. Además, la niña no muestra casi ninguna actividad, solo puede guiar a su pareja con la mano.
Aún así, el cuerpo femenino se moja. Esto se debe al aumento de la sudoración. Esta es la reacción del cuerpo a las caricias: llena de sangre los vasos sanguíneos superficiales de todo el cuerpo.
Los pezones hinchados son uno de los signos brillantes y constantes de la excitación femenina. Esto se debe a la congestión de sangre en el pecho, que a su vez se vuelve más firme. Pero este signo debe tratarse con especial atención, porque si la niña tiene frío, los pezones también pueden hincharse y endurecerse.
Además, en el buen sexo en el momento de la excitación sexual, aumenta la secreción vaginal. Su entrada se hidrata con lubricante natural.
Cuando una mujer alcanza la máxima excitación, se pone tensa y su cuerpo, por así decirlo, “se pone rígido”. Algunos de los músculos de los muslos y el abdomen comienzan a contraerse, haciendo que parezca que tiemblan. Además, se activa el reflejo de una mujer: aprieta las caderas y sobresale el estómago. Este es el pico de la excitación, en el momento en que la niña es prácticamente incapaz de contenerse.