Sorprendentemente, este enfoque rudimentario ayudará a todos los miembros de la familia a vincularse. A pesar de que tres minutos es un período de tiempo extremadamente corto, son ellos los que son fundamentales para construir lazos y la confianza en la familia.
Rodeados de asuntos y preocupaciones, a menudo nos olvidamos de nuestros seres queridos. Nos parece que les dedicamos tanto tiempo y atención. Además, en nuestro tiempo, es bastante difícil para los padres modernos combinar trabajo, pasatiempos y familia. Y gracias a los atascos de tráfico, las horas extraordinarias, las colas, no hay tiempo para los niños.
Cada padre trata de justificarse a sí mismo, operando por el hecho de que dedica mucho tiempo al cuidado: preparar el desayuno, el almuerzo, la cena, revisar las lecciones, preparar a los niños para la cama. Habiendo besado su pequeño milagro antes de irse a la cama, se sumerge de nuevo en sus propios asuntos.
Los psicólogos han establecido desde hace mucho tiempo que además del beso de deber, hay tres minutos mágicos, que son los más importantes para un niño durante todo el día. Porque estos mismos momentos profundizan la relación mutua entre padres e hijos.
Según los psicólogos, la regla de los tres minutos debe integrarse en la vida cotidiana de cada familia y respetarse estrictamente. Si sigue este camino, puede construir una relación de confianza con su hijo que dará sus frutos cuando sea adolescente.
Usar la regla de los tres minutos es muy fácil. Lo principal es no olvidarte y practicar este método a diario, sin interrupciones.
¿Cómo funciona la regla de los tres minutos?
Es muy importante recordar que las emociones más fuertes que experimenta un niño son cuando conoce a sus padres. Por lo tanto, todos los días después del trabajo, reúnase con el bebé como si no lo hubiera visto durante mucho tiempo y lo extrañara locamente. Incluso si acaba de romper recientemente, incluso si solo han pasado 5 minutos, pretenda estar contento por la tan esperada reunión.
Cuando recoja a su hijo de la escuela o del jardín de infantes, no olvide demostrar cuánto lo extrañaba y cuánto deseaba conocerlo. Sonríe, bésalo y di dulces palabras. ¡Felicitar! Pero nunca regañes a tu hijo cuando te encuentres. Con sus enseñanzas en un momento tan emotivo, solo molestará al niño y lo alejará de usted.
Soportar. Si está preocupado por alguna de sus acciones, discútalo un poco más tarde. El niño le agradecerá este enfoque.
¿Por qué es necesario hacer esto?
Porque la psique del niño es muy débil y vulnerable. Formar el pensamiento depende de la opinión de la sociedad circundante, que no siempre está bien dispuesta. Así, el niño experimenta estrés, pierde la confianza en sí mismo, comienza a sentirse solo, abandonado e indefenso.
Los padres son como un salvavidas para él y el hogar es el lugar más seguro. Por lo tanto, el tan esperado encuentro contigo significa paz, protección y amor para él. Dale estos sentimientos y te responderá en el futuro por tal cuidado con gran gratitud.