Un niño criado en el amor crece para ser una persona autosuficiente, segura de sí misma y feliz. Además, el amor de los padres debe ser incondicional, es decir, no depende de sus éxitos o fracasos, obediencia u obstinación.
Cómo demostrar amor incondicional
Preste a su hijo la mayor atención posible. Cientos de juguetes significan menos para su pequeño que el tiempo que pasa con padres amorosos. Juega, camina, cuéntale a tu hijo diferentes historias, comparte recuerdos de la infancia con él, cada minuto al lado del bebé es tu contribución a su felicidad futura.
Escuche a su hijo. No lo despida si le arroja las noticias del jardín de infantes: esta es su vida, demuestre que es importante para usted. Escuche la opinión de su hijo: si no hace esto mientras es pequeño, como adulto, no querrá compartirlo con usted.
Confíe en el niño y nunca lo compare con otros niños. Para una persona pequeña, el apoyo y la aprobación incluso de los logros más pequeños es importante. Cree en él y las victorias de tu hijo crecerán de manera constante.
Mantenga el contacto táctil con el niño: acarícielo, béselo, abrácelo. Habla con tu bebé con palabras más cálidas y cariñosas. Si expresa insatisfacción, resiente las acciones, no el niño mismo. Y recuerde la regla: debe haber tres palabras de amor por una palabra de crítica.
Enséñele a su hijo a reconocer y expresar sentimientos. Él mismo debe poder alegrarse, sentir empatía, arrepentirse y leer con éxito las emociones de otras personas. Explíquele a su hijo que ocultar sus sentimientos es perjudicial.
Las tradiciones familiares son un símbolo de calidez y amor
Las tradiciones familiares tienen una gran influencia en el niño. Casi siempre, una persona construye relaciones de la misma manera que lo hacía en su familia. Es por eso que las tradiciones no solo muestran su amor por su hijo, sino que también lo transmiten a sus nietos y bisnietos.
Las tradiciones favoritas pueden incluir una velada familiar fuera del hogar. Adquiera el hábito de salir al cine, parques, cafés, etc. los fines de semana. O una vez a la semana, asegúrese de reunirse en una mesa festiva con pasteles calientes horneados por una anfitriona cariñosa. Con el tiempo, los niños pueden olvidar muchas cosas, pero el sabor y el olor de los pasteles de la madre estarán asociados para ellos con un hogar paterno amoroso durante toda su vida.
Otra gran tradición son los torneos en casa de damas, ajedrez, loto, dominó, etc. Tanto a los adultos como a los niños les gustan estos juegos y, además, este pasatiempo favorece una comunicación cálida y amistosa.
Algunas vacaciones también son símbolos de calidez y amor familiar, pero especialmente Año Nuevo y Navidad. En estos días, todo debe hacerse en conjunto: decorar el árbol de Navidad, preparar regalos, pedir deseos con las campanas, divertirse y caminar.
Piense y podrá traer a su vida otras tradiciones familiares que enseñarán a sus hijos el amor y la ternura por sus seres queridos. Y será recompensado con la confianza, la sinceridad y el afecto de sus hijos durante los próximos años.