Que Hacer Con Un Niño Terco

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Que Hacer Con Un Niño Terco
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Video: ¿Cómo tratar la terquedad de los niños? 2024, Mayo
Anonim

Algunos padres consideran irrazonablemente al niño como propiedad personal, negándole la oportunidad de tener su propia opinión. Algunos niños obedecen resignadamente la voluntad de sus padres, otros continúan insistiendo por su cuenta, mostrando la supuesta terquedad.

El niño no pide oro
El niño no pide oro

El nacimiento de un niño es un sacramento, como resultado del cual nace una personalidad independiente. Si los padres desde el principio posicionan la relación con él como un miembro igual de la sociedad, no surgirá el problema de la terquedad.

La terquedad de un niño es una reacción al dominio de los padres.

¿Qué es la terquedad infantil?

En el diccionario de Dahl, existen varios sinónimos para la palabra "terquedad", entre los cuales uno, que caracteriza con mayor precisión este factor de comportamiento en el caso de un niño, es original, es decir, protege su propia individualidad.

La terquedad de un niño se diferencia de la terquedad de un adulto y tiene como objetivo, en primer lugar, la autoafirmación de uno mismo como persona.

A priori, no se puede hablar de terquedad en la primera infancia. Todos los caprichos de esta época están asociados a malestar físico o psicológico.

Aproximadamente a la edad de 2-3 años, el niño comienza a darse cuenta de sí mismo como persona, en este momento deja de llamarse a sí mismo por su nombre y comienza a usar pronombres personales en relación a sí mismo.

A esta edad, intenta autoafirmarse, lo que los adultos pueden percibir como caprichos o terquedad.

Cómo lidiar con un niño terco

En primer lugar, desde los primeros días de la vida de un niño, vale la pena tratarlo como una persona que, hasta ahora, no puede prescindir de la ayuda de los adultos. Puede parecer paradójico para algunos, pero no debería haber prohibiciones en la familia para un niño. La prohibición solo debe ser aquello que represente un peligro para la vida y la salud, y la prohibición debe estar motivada e ilustrada.

La sabiduría popular dice que un niño no pide oro. Hasta cierta edad, todos los deseos del niño están asociados a la satisfacción de necesidades, entre las que se encuentran la curiosidad y el deseo de comunicarse. Al aprender a adivinar la verdadera razón de la terquedad, un padre se librará para siempre de la necesidad de entregarse a los caprichos.

Si la situación está fuera de control, se pierde el tiempo y la obstinación se ha convertido en un hábito, entonces vale la pena recordar las leyes de la física, que a veces son aplicables a las relaciones humanas.

La acción es igual a la reacción. En una relación de adulto a niño, el adulto es, con mucho, el más fuerte en términos de experiencia de vida. Al manifestar intentos de autoafirmación, el niño no entiende lo que le está sucediendo, y la tarea del adulto es asegurarse de que el período de transición pase sin perjuicio de la formación de la personalidad.

No debe dejarse manipular, como tampoco debe insistir en cumplir con sus requisitos. Si reina una atmósfera de amor y respeto en la familia, siempre existirá la posibilidad de una solución de compromiso para cualquier problema.

Si la familia está inquieta, entonces el problema de la terquedad del niño es secundario, y primero es necesario regular las relaciones familiares.

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