Muchos padres creen que si un niño es elogiado, crecerá y se convertirá en un egoísta seguro de sí mismo. Sin embargo, los elogios son necesarios, solo es importante saber cuándo detenerse. Cualquier persona necesita apoyo, y especialmente un bebé.
Instrucciones
Paso 1
No hay necesidad de decirle a menudo a su hijo sin ninguna razón lo inteligente que es. Sin embargo, vale la pena elogiar la limpieza y las cosas cuidadosamente dobladas.
Paso 2
No se puede simplemente ensalzar a un niño comparándolo con otros niños. Es mejor utilizar una situación específica. Por ejemplo, ganar una Olimpiada o una competencia por el mejor oficio. Al mismo tiempo, aprecie su excelente formación.
Paso 3
El elogio no debe convertirse en un hábito o se perderá su valor. Por ejemplo, si un niño lava los platos por primera vez, vale la pena evaluar su trabajo. Cuando comienza a hacer esto con regularidad, no necesita elogiar a su bebé todos los días.
Paso 4
No hace falta decir que el niño se ha convertido en el mejor en baile o deportes. Es mejor que se le recuerde constantemente que las habilidades deben perfeccionarse. De lo contrario, el niño se sentirá decepcionado tan pronto como encuentre dificultades.
Paso 5
Siempre apoye a su hijo en sus esfuerzos. Quizás en el futuro, el bebé hará lo que ama profesionalmente y comenzará a ganarse la vida con su pasatiempo. Si el niño falla, apóyalo siempre y ayúdalo a solucionar cualquier problema que surja. A veces, palabras simples y abrazos pueden salvar a un bebé de sus problemas.