Durante una cita, las mujeres a menudo solo quieren estar en compañía de un hombre y relajarse con una taza de café en un café acogedor o ver una película interesante en el cine. Un momento romántico puede verse ensombrecido por la necesidad de gastar parte de sus fondos, que no siempre son suficientes. En este sentido, a veces puedes usar tácticas especiales para hacer que un hombre pague por un compañero maravilloso.
Instrucciones
Paso 1
Tenga tacto e intente parecer un poco más modesto de lo habitual desde el principio de la cita. Debes ganarte el favor del hombre para que quiera cuidar de ti. Si eres demasiado grosero, su único deseo será terminar esta cita lo antes posible.
Paso 2
Trate de estar de acuerdo con lo que el hombre le ofrecerá. Si quiere cenar contigo en un restaurante determinado o, por ejemplo, ver una película determinada en el cine, es mejor aceptar su oferta. Al mismo tiempo, felicite al hombre y dígale que su elección fue muy acertada. Incluso si no le gustó lo que ofreció, su consentimiento puede ayudar a ser generoso.
Paso 3
Pregunte para quién trabaja su compañero. Si la posición de un hombre sugiere que sus ganancias son suficientes para pagar una cita no solo para él, sino también para la niña, siéntase libre de continuar actuando y encantarlo más. Si duda de que un hombre también pagará por usted, quéjese de que su negocio aún no va tan bien y de que está muy feliz de conocer a un hombre tan exitoso. Incluso si su posición y sus ganancias no son altas, el caballero puede estar imbuido de un cumplido y querer cuidar de usted.
Paso 4
Sorpréndase cuando vea los precios en el menú o los precios de las entradas. Tristemente, dígale al hombre que no tiene la oportunidad de visitar un establecimiento tan caro. Por lo general, los jóvenes en tales casos ingresan en la posición de una compañera e inmediatamente le aseguran que ellos mismos pagarán la noche juntos.
Paso 5
Asegúrese de que el hombre no pida nada a cambio. Algunos caballeros pagan por las chicas, pero al mismo tiempo les piden que las acompañen, que vayan a otra cita o que les brinden algún otro servicio. Es mejor no hacer promesas poco realistas solo para evitar desperdiciar fondos personales. Los hombres decentes ayudan a sus damas desinteresadamente.