No hay relaciones ideales en el mundo, esto es un hecho. Pero aún así, algunas parejas se separan durante el "período de tormentas", mientras que otras solo se fortalecen. Cual es el secreto
De hecho, el punto está lejos de que las parejas felices no peleen o sean demasiado similares. Simplemente saben cómo resolver conflictos de formas ligeramente diferentes y, en general, ven las relaciones de otra manera.
1. En una pareja feliz, la pareja admite que se necesita.
En la sociedad moderna se cultiva un enfoque completamente diferente. Ahora a las personas se les enseña que amar a alguien y depender de alguien significa ser débil, que debes tratar de ser fuerte e independiente, pase lo que pase. La gente se avergüenza de su necesidad de amor y cuidado, aunque esto es inherente a nosotros por naturaleza.
En una pareja feliz, los socios se necesitan y no lo esconden. No dudan en decir: "Te necesito" o "Quiero saber que me amas pase lo que pase". Este comportamiento no se percibe como debilidad. Además, expresar sus necesidades de esta manera es mucho más productivo que reprochar.
2. En las parejas felices, los desacuerdos no pueden arruinar una relación.
Todas las personas son diferentes y todas sus opiniones sobre la vida también son diferentes. Esto se aplica a todas las áreas: finanzas, compartir responsabilidades en el hogar, ocio, crianza de los hijos, etc. Las parejas felices no discuten sobre cuál es la posición correcta y cuál no. Discuten abiertamente sus puntos de vista durante el diálogo, en lugar de discutir sobre ello. Dichos socios intentan llegar a un compromiso para que ambos ganen y no lleguen a esa decisión cuando uno es el ganador y el otro el perdedor. En tales pares, ambos lados son socios, no rivales.
3. En las parejas felices, los socios pueden admitir sus errores.
Este principio significa poco más que admitir un error. Los socios no tienen miedo de parecer vulnerables, entienden que admitir un error no debe disminuir la autoestima y viceversa. Siempre están dispuestos a disculparse si lastiman a su pareja o si están dispuestos a escuchar algo diferente de su pareja. Al mostrar respeto por su pareja y reconocer sus responsabilidades, estas parejas pueden construir relaciones más fuertes y felices que sean agradables para ambos.
4. En las parejas felices, el egoísmo pasa a un segundo plano.
En las parejas felices, las personas se escuchan y están dispuestas a darle a su pareja la oportunidad de ser él mismo, incluso cuando sus cualidades personales no están a la altura. Las relaciones para estas parejas son una prioridad en la vida, no pueden verse socavadas por diferencias personales. Las personas se escuchan y se escuchan, aceptan lo que es importante para su pareja y siempre tratan de comprometer sus intereses personales si es beneficioso para la relación.
5. Las parejas felices se valoran mutuamente
Los socios no se dan por sentado, están agradecidos y aprecian cada momento que pasan juntos. Este tipo de amor cura las almas de las personas. Cuando tu pareja ve que lo valoras, para él significa que has discernido sus mejores cualidades. Además, estas parejas aprecian lo que tienen. Se fijan metas comunes y avanzan hacia ellas, pero al mismo tiempo no se olvidan de disfrutar el momento.
6. En parejas felices, saben perdonar.
En las parejas felices, las personas no albergan resentimientos. No tienen que sentirse heridos una y otra vez. Este enfoque destruye la relación, cambiando gradualmente su actitud hacia su pareja. Las parejas felices se enfrentan de inmediato a una situación en la que uno ha ofendido al otro y lo hacen de manera constructiva. O, si deciden no hacer una pregunta, realmente se perdonan entre sí y no albergan ira ni resentimiento, de modo que de repente pueden descartarla.
En las parejas felices, las personas también se lastiman, pero abordan los conflictos con amor y empatía. Esta es la principal diferencia entre parejas felices e infelices.