Ha pasado el tiempo en que estableciste la lactancia materna, atormentada por cuestiones de apego, nutrición y cantidad de leche. Pero tan pronto como los padres novatos se relajen … ¡Primeros dientes en el estudio! Y con ellos los primeros bocados.
A menudo, la madre está más preocupada por la pregunta: "¿Lo hace a propósito?" Es poco probable que su hijo se dé cuenta de cuánto le duele. Me pican los dientes nuevos, el interés por explorar el entorno es muy alto, quiero roer todo, y la reacción de mi madre se parece a un juego divertido. Dicen que los niños pueden morder por falta de leche o por la atención de la madre. Regañar y ofenderse con un niño no es una salida. Trate de ser paciente y destetelo.
Algunas madres tienen suerte: la reacción al dolor de las primeras mordeduras inesperadas asusta al bebé lo suficiente como para que no continúe tales experimentos. Mamá no tuvo tiempo de averiguar cómo reaccionar correctamente, siseó, chilló de dolor y eso fue suficiente.
A menos que asuste a su marimacho con tales cosas, los expertos en lactancia le aconsejan encarecidamente no seguir chillando y siseando. La táctica es la siguiente: muerda - diga "duele mamá" - inserte el dedo meñique en la boca (tape la nariz / presiónelo más cerca del pecho) - saque el pezón de la boca - haga una pausa de unos minutos - continúe alimentación. Si vuelve a morder, repita estos pasos, aumentando ligeramente el tiempo de descanso. Trate de seguir el apego correcto y tome el pecho si ve que el bebé está lleno.
Hay algunos requisitos previos antes de un bocado:
- el niño ya está lleno y se distrae del proceso de succión;
- el bebé comienza a jugar con el pezón;
- Hay una mirada astuta y una sonrisa traviesa conocida por todas las madres mordidas.
Prestar atención a estos signos y responder correctamente a las mordeduras puede ayudarlo a evitar lesiones innecesarias. Con el tiempo, su hijo comprenderá que este comportamiento no hace a la mamá más feliz y cercana, y dejará de morder.