Los niños pequeños se diferencian de los adultos en que tienen su propia rutina diaria. Comen y duermen al mismo tiempo. Las necesidades de sueño disminuyen a medida que su bebé crece.
Funciones de sueño
Un niño a la edad de un año ya no es un bebé, su esfera intelectual se desarrolla, aparecen rasgos de personalidad. Sin embargo, desde el punto de vista fisiológico, sigue siendo un organismo de rápido crecimiento, que consume una gran cantidad de energía, que puede reponerse con el sueño, suficiente en duración y profundidad.
A esta edad, el ritmo circadiano del sueño y la vigilia ya se ha formado, y los niños solo en casos extremos confunden el día y la noche. Esto suele ocurrir debido a las molestias fisiológicas que está experimentando el niño, o debido a algún tipo de trastorno somático. Sin embargo, como en la infancia, un niño de un año sigue siendo sensible a cualquier malestar externo, por lo que su sueño puede ser intermitente. Para evitar esto, las madres deben cuidar un pañal seco para el bebé con anticipación (como regla, esto sigue siendo necesario, especialmente por la noche), alimentar, pero no sobrealimentar, al bebé, ventilar la habitación, preparar una cuna cómoda..
Es mejor ocuparse de sus asuntos después de que el bebé esté profundamente dormido y, para ello, debe ver si los músculos de la cara se han relajado y si los puños se han aflojado.
¿Cuánto duerme un niño de un año?
En promedio, un niño sano duerme de 12 a 14 horas al año de edad. De estos, 1, 5 a 3 horas son para dormir a la hora del almuerzo. Esto es menor que el de un bebé, cuyo sueño es de 17-19 horas, pero también supera seriamente esta cifra para los niños en el período de la guardería. La duración bastante alta del sueño en un niño de un año se explica por sus características fisiológicas.
El cuerpo del niño sigue creciendo rápidamente, acumulando la energía necesaria para el correcto desarrollo del sistema nervioso central.
Si a la edad de hasta un año era importante para los padres formar el régimen diario de la vida del niño, para eliminar la confusión del día y la noche para ellos, a la edad de un año ya es necesario formar el régimen de sueño real.. Para hacer esto, es importante observar el mismo tiempo para acostarse, tanto durante el día como por la noche, planificar correctamente los procedimientos higiénicos, formar una adicción estable al ritual de irse a la cama: leer cuentos de hadas, atenuar la luz nocturna, un juguete favorito no solo ayudará al bebé a conciliar el sueño, sino que también le dará el hábito correspondiente.
Un régimen diario de sueño y vigilia correctamente formado de un niño de un año es el medio más importante para garantizar su salud y el correcto desarrollo del sistema nervioso central.