Desde el mismo nacimiento, el bebé está en contacto con la ropa de cama y la ropa. Por tanto, es muy importante tratar el lavado de la ropa del niño con total responsabilidad, dada la hipersensibilidad de la piel del niño. Es mejor lavar la ropa interior del bebé con polvos hipoalergénicos sin aditivos químicos e impurezas agresivas.
Los polvos convencionales, que contienen más de un 15% de fosfatos, cloro y tensioactivos, pueden dañar gravemente la salud de un adulto y, más aún, de un niño.
El daño de los polvos convencionales
El polvo regular contiene tensioactivos aniónicos (tensioactivos A) para lavar eficazmente las manchas de proteínas rebeldes. Los tensioactivos A lavan bien las grasas de las telas, combinándolas con moléculas de agua, pero ellas mismas se enjuagan muy mal con agua fría y permanecen en la superficie de las cosas limpias. En contacto con la piel humana, provocan el desengrasado y deshidratación de la capa superior del epitelio. Además, los tensioactivos A entran en contacto muy rápidamente con la piel fina y delicada de un niño, provocando dermatitis alérgica e irritación grave.
Además, para que el agua deje de ser dura, se añaden fosfatos al polvo habitual. El polvo que contiene este aditivo hace espuma muy bien, pero no hay que olvidar la toxicidad de este elemento. El uso frecuente de detergente en polvo con fosfatos produce una sequedad absoluta y reacciones alérgicas en la piel del bebé. Al entrar en la sangre a través de la piel, los fosfatos pueden causar cambios irreversibles en la composición de la sangre humana.
Los abrillantadores ópticos también permanecen en la superficie de las cosas y crean un efecto limpio al emitir un cierto espectro de rayos UV.
Bajo ninguna circunstancia se debe lavar la ropa de bebé con polvos y quitamanchas que contengan cloro. No solo causa alergias, irrita el tracto respiratorio, sino que también provoca complicaciones en el sistema cardiovascular.
Polvos seguros
El mercado moderno presenta una amplia gama de detergentes en polvo que se pueden utilizar sin dañar la salud. Sin embargo, la inscripción en el empaque, que indica que este producto está destinado a cosas de niños, aún no es una garantía de calidad.
La confianza de los padres experimentados se ganó con detergentes en polvo, en los que las sustancias agresivas están contenidas en una cantidad del 5 al 15% y no más. Estos polvos se denominan polvos ecológicos o ecológicos. Entre ellos, los más asequibles son Garden, Ecole y Frosch. Utilizándolos, puede estar tranquilo sobre la salud del niño y de toda la familia.
Solo una gran empresa de buena reputación que valore su nombre y reputación realizará frecuentes y costosas pruebas de sus productos para obtener un certificado de seguridad.
La ropa de cama después del lavado con ellos no solo estará perfectamente limpia, sino también con un olor sutil y discreto, sin fragancias químicas como "lavanda" o "frescura helada" y aditivos ópticos blanqueadores. Los polvos ecológicos no estropean la tela, hacen un excelente trabajo con las manchas, la ropa no pierde su gama de colores, queda perfectamente aclarada. La composición de estos polvos es casi completamente natural y por tanto no provoca alergias y piel seca.