De hecho, en nuestro tiempo, muchos padres se enfrentan al problema de la obesidad en un niño. Los perros calientes, las hamburguesas, las patatas fritas y los dulces favoritos de los niños hacen su trabajo.
Para evitar los problemas de obesidad, es imperativo realizar la dieta adecuada para el niño.
Comidas regulares
El hábito de no desayunar, reemplazar el almuerzo con bocadillos dulces y atiborrarse por la noche es un camino directo a la obesidad.
Asegúrese de que su hijo coma bien por la mañana. Entonces no querrá picar un chocolate o un bollo hasta la hora del almuerzo. El almuerzo debe ser completo: sopa, plato caliente y compota. Luego un refrigerio ligero por la tarde y 2-3 horas antes de acostarse, una cena suelta. En solo un día, el niño debe comer al menos cuatro veces.
Un menú variado
Un sándwich de salchicha para el desayuno, una salchicha con pasta para el almuerzo y la cena, refresco para todas las ocasiones: no se puede esperar una buena figura con un menú así.
Prepare una variedad de comidas. Involucrar al niño en este proceso: es importante que vea cómo y de qué comida se prepara. Forma el menú para que diariamente incluya productos de cinco grupos: cereales y cereales, verduras y frutas, lácteos, carnes o pescados, huevos.
Capacidad de elegir
A los niños les gusta mucho comer hamburguesas y patatas fritas. Y los adultos no siempre están cerca para detenerlos.
Preste atención al adolescente al hecho de que incluso en los establecimientos de comida rápida, puede elegir alimentos saludables: ensaladas de verduras, jugos recién exprimidos, etc. En este caso, puede esperar que durante el próximo viaje con amigos a un café, el instinto de manada no funcione para el niño.
Ejemplo positivo
Luchando por el amor del niño, los padres le dan algo sabroso. El resultado es una alimentación excesiva y un sobrepeso sistemáticos.
No use la comida como regalo o estímulo. Demuestre su amor de una manera diferente: socialice, camine, encuentre un pasatiempo común. No permita que los abuelos mimen a su hijo trayendo montañas de dulces y golosinas a la casa.
Actividad física
Para que las calorías recibidas no se depositen en el estómago y los costados, deben quemarse.
Todos los días, al menos una hora, el hijo o la hija debe moverse activamente: llevar al niño a la sección, al estadio. Enséñele a jugar bádminton, tenis de mesa, patinar, montar en bicicleta. Pasa más tiempo con el niño al aire libre: incluso los paseos habituales antes de acostarse son un buen impulso de vivacidad para toda la familia.