Con la llegada del bebé, una gran cantidad de preguntas aparecen en la mente de los padres. El más emocionante de ellos es cómo hacer que su hijo esté menos enfermo. Nuestro tema es el fortalecimiento de la inmunidad del niño.
Tienes un bebé. Ustedes, por supuesto, como los padres más cariñosos y cariñosos, quieren que crezca fuerte y saludable. Y para ello, como probablemente sabrás, es necesario fortalecer el sistema inmunológico del bebé.
¿Qué es la inmunidad? Esto es, en pocas palabras, una barrera contra los efectos dañinos que tiene toda persona. Y solo para que esta barrera sea estable e impenetrable, es necesario fortalecerla.
Una de las formas de fortalecer es endureciendo. Según los médicos, el endurecimiento puede y debe comenzar casi desde el nacimiento del bebé, por supuesto, siempre que el cuerpo del recién nacido esté en perfecto orden.
Debe comenzar con procedimientos simples y diarios: nadar y caminar al aire libre en cualquier época del año. Puedes bañarte todos los días. Simplemente puede bajar gradualmente la temperatura confortable del agua de 37 a 38 grados o tomar una ducha de contraste. Se ha escrito y dicho mucho sobre esto. Incluso creo que este es un tema para un artículo aparte.
Eso sí, no debes sacar a tu hijo a pasear en invierno con vientos fuertes y bajas temperaturas, pero todo depende de la edad. Cuanto mayor sea el bebé, más baja puede ser la temperatura exterior. Por ejemplo, un bebé recién nacido que ni siquiera tiene un mes y ya tiene -5 años se sentirá incómodo.
En el verano, intente estar al aire libre con la mayor frecuencia y el mayor tiempo posible. Es imperativo ventilar la habitación, es recomendable hacer un tiro, siempre que el niño no esté en la habitación.
Otra forma de endurecer a un niño son los baños de aire. La próxima vez que le cambie la ropa a su bebé, déjelo desnudo. Para empezar, serán suficientes unos minutos, y luego el tiempo del procedimiento se aumenta gradualmente, llegando a 15. El niño debe estar cómodo, no debe llorar en ningún caso, esto significa que tiene frío y está tratando de mantenerse cálido.
Lo más importante a la hora de endurecer es vigilar el estado de tu hijo, cómo come, duerme y aumenta de peso. Los procedimientos de endurecimiento deben interrumpirse si observa que:
- el niño tiene fiebre u otros síntomas de un resfriado;
- el niño ha dejado de pesar;
- el niño comenzó a dormir inquieto.
Y lo más importante, el endurecimiento debe darle placer al bebé, no hay necesidad de ser celoso si se resiste.