Una infancia feliz son las tiernas manos de la madre, los cuentos para dormir y los fuertes abrazos del padre. El niño necesita una familia en toda regla, amor y cuidado, así como amigos y emociones vívidas.
Una familia completa
La clave para una infancia feliz es una familia completa: una madre cariñosa que infunde en su hijo amor por el mundo que la rodea, y un padre estricto es un ejemplo a seguir. Sintiendo el cuidado y el apoyo continuo de sus seres queridos, el bebé no tiene miedo de experimentar, da con valentía los primeros pasos hacia lo desconocido. Para ser feliz, no es suficiente que un niño coma alimentos sabrosos y se vista bien, necesita la atención de los adultos. Las cálidas manos de la madre, los cuentos de hadas a la hora de dormir, los fuertes abrazos del padre: todo esto evoca en el alma del pequeño hombre emociones inusualmente vívidas que nunca serán reemplazadas por regalos o dulces. La infancia feliz de un bebé, por supuesto, no se puede imaginar sin dulces, sorpresas, dibujos animados y juguetes favoritos. Sin embargo, los padres no deben expresar su amor de esta manera, de lo contrario, el niño simplemente se echará a perder y dejará de apreciar las cosas.
Comunicación con compañeros
Al crecer, el niño no debe faltar a la comunicación con sus compañeros. El niño no se sentirá feliz en un espléndido aislamiento, definitivamente querrá mostrarle a alguien un juguete nuevo, compartir sus impresiones de un juego de computadora o simplemente jugar a la pelota. Incluso habiendo rodeado al niño con excesivo cuidado, los padres no podrán reemplazar a sus amiguitos. Por eso, es muy importante asegurarse de que el bebé se convierta en parte de la sociedad a tiempo. Se debe alentar a los niños muy tímidos y reservados a comunicarse, porque en el futuro, la modestia puede convertirse en varios complejos, de los que no será tan fácil deshacerse. Si es posible, el bebé debe ser enviado a un jardín de infantes, donde recibirá las primeras habilidades para comunicarse con el mundo exterior.
Impresiones vívidas
En la medida de sus posibilidades, los padres deben proporcionar a sus hijos una variedad de actividades de ocio. Una excelente opción son los viajes anuales al mar, donde el bebé no solo ganará fuerzas, sino que también disfrutará de la indescriptible belleza. Además, una actividad muy útil y emocionante será visitar centros de entretenimiento, donde el niño podrá improvisar bajo la guía de animadores altamente calificados. Esto lo hará más relajado, ayudará a desarrollar la imaginación y la inteligencia. No será superfluo inscribir al niño en un círculo temático, donde encontrará algo de su agrado. Todos los padres, independientemente de su situación financiera, pueden brindarle a sus hijos una infancia feliz. Lo principal es ayudar a liberar su potencial creativo, dirigir la energía en la dirección correcta.