Los adultos que no pueden pensar en dormir sin una almohada suave y cómoda a menudo se preguntan después del nacimiento de un bebé: ¿un bebé necesita una almohada? Y si es así, ¿a qué edad puedes usarlo?
Almohada "peligrosa"
Los pediatras advierten que una almohada no solo no es necesaria para niños menores de dos años, sino que también puede ser extremadamente peligrosa. El principal peligro es la incapacidad del bebé para darse la vuelta correctamente en un sueño, lo que incluso puede conducir a la muerte: acostado boca abajo en la almohada, el niño puede asfixiarse. Por lo tanto, los niños pequeños nunca deben tener almohadas debajo de la cabeza o alrededor de ellos; deben tener espacio libre para girar mientras duermen.
Además, el uso de almohadas desde una edad temprana puede provocar una curvatura de la columna vertebral del niño, ya que en un niño pequeño todavía es débil y frágil.
La cabeza del bebé en relación con el cuerpo es mucho más grande que la de un adulto, por lo tanto, cuando se gira en un sueño, se acostará absolutamente incluso sin una almohada, como se requiere para un sueño saludable y completo. Lo mismo se aplica al cuello del bebé: no necesita ningún dispositivo adicional para la supuesta comodidad del bebé. Aparte de la superficie lisa y relativamente blanda de la cuna, los niños pequeños no necesitan reposacabezas ortopédicos.
Almohadas anatómicas
Algunos pediatras recomiendan que los padres de niños pequeños compren una almohada anatómica para ellos, cuyo ángulo es de aproximadamente treinta grados. El propósito principal de dicha almohada es ayudar a reducir la cantidad de regurgitación del bebé durante el sueño, ya que la cabeza del bebé con su ayuda se ubicará justo por encima del nivel de la barriga. La almohada anatómica debe colocarse no solo debajo de la cabeza del bebé, sino también debajo de todo su cuerpo.
Sin embargo, en lugar de una almohada de este tipo, puede levantar ligeramente los bordes del colchón para niños, que no se doblarán al mismo tiempo; el efecto será similar a la acción del "anatómico".
Entonces, ¿hay algún beneficio para las almohadas anatómicas? En la práctica mundial, se está cuestionando y aún no se ha obtenido evidencia de este beneficio. El uso de estos dispositivos es posible únicamente por razones médicas y solo según las indicaciones del pediatra local que conoce todas las características del bebé.
Es recomendable utilizar una almohada para bebés a partir de los dos años. Al mismo tiempo, debe hacerse en forma plana y tener el ancho suficiente para que el niño dormido no se caiga en un sueño. Al elegir entre una gran variedad de almohadas modernas, debe recordarse que la función principal de una almohada es apoyar la columna cervical, no la suavidad debajo de la parte posterior de la cabeza.