El programa educativo de la escuela no solo consiste en trabajar con el maestro en el aula, sino también en la realización independiente de las tareas en casa. La clave para un aprendizaje exitoso en casa: hacer la tarea con un niño sin nervios.
No hay secretos especiales sobre cómo hacer la tarea con un niño sin nervios. Uno de los componentes básicos de la comodidad psicológica tanto para el niño como para los padres al hacer los deberes: un ambiente tranquilo. Apague el televisor y mueva la tableta y otros juguetes fuera del campo de visión de su hijo para evitar distracciones.
Evite ayudar a su hijo a hacer la tarea entre comidas o cocinar. Primero, complete todas las tareas necesarias en la casa, cene o descanse durante 30 minutos después de un día duro.
Cualquiera que sea la situación financiera de la familia, asegúrese de que el niño tenga su propio rincón de trabajo para las lecciones. Compruebe si la luz de la lámpara cae correctamente (debe caer desde la izquierda), si la silla de trabajo es cómoda para el niño, etc.
Los psicólogos aconsejan no colgar al niño durante las lecciones, esta posición ejerce presión psicológica: ¿recuerdas a ti mismo, porque no te gusta cuando la figura de un jefe o alguien que es una autoridad se cierne sobre ti? Es mejor sentarse junto al niño, como compañero.
Hacer la tarea con su hijo no significa hacer todo por él. Deje que el estudiante descubra la tarea por sí mismo y tome la decisión correcta a través de la reflexión. Evite las frases duras: “¿No lo entiendes? ¡Es tan simple!”,“¡¿Por qué escribes tan torpemente?!”,“¡Siéntate derecho, no te inclines!” etc. Con sus comentarios, solo distrae al niño e inculca una aversión inconsciente al aprendizaje.
Si quiere ayudar, empuje al niño hacia las ideas correctas, anoten juntos el algoritmo del problema. Los escolares más pequeños aún no se han alejado por completo del juego como actividad principal. Convierta las lecciones en juego. Deja que los rompecabezas cobren vida con la ayuda de muñecos, verduras, frutas, etc.
No obligue a su hijo a hacer la tarea si está cansado. Los dedos de los niños recién comienzan a acostumbrarse a escribir. Refresca el proceso con divertidas gimnasia con los dedos.
Si necesita aprender un poema grande, divídalo en cuartetos pequeños e indique a su hijo que lea cada línea de diferentes maneras: triste, divertido, gritando, susurrando, etc. Puede agregar un elemento de argumento inofensivo a una tarea aburrida: "¿Apuesto a que puedo contar este poema más rápido?" y en el momento más crucial para extraviarse: "Oh, me olvidé (a), ¿cómo sigue?" El niño tratará de ayudarlo y aprenderá el versículo por sí mismo sin mucho esfuerzo.
También puedes hacer lecciones con tu hijo sin nervios usando el juego "Escuela". Deje que el niño haga el papel de maestro y le explique a usted, el alumno, cómo escribir una palabra en particular o resolver un problema de matemáticas.