Un niño llorando en una tienda frente a un estante lleno de dulces u otros productos tentadores pero no útiles es una imagen familiar. La mayoría de los padres admiten que el comportamiento de los pequeños luchadores en la tienda puede ser simplemente insoportable. Si mamá o papá están categóricamente en contra de comprar este dulce en particular, tienen mucho trabajo en el que insistir y no sucumbir a la histeria. ¿Cómo se pueden prevenir estas situaciones?
Si la atención del niño en la tienda se sintió atraída por alguna bagatela comestible, por ejemplo, papas fritas que no desea comprarle en absoluto debido al contenido dañino, en la mayoría de los casos no solo se le brindan los gritos fuertes del bebé, sino también miradas de disgusto, o incluso réplicas de otros clientes … Sin duda, la situación es sumamente desagradable. ¿Cómo hacer menos esos problemas?
La forma más segura de evitar las rabietas es dejar a su hijo en casa. Pero una salida tan maravillosa, por razones obvias, no es posible para todos.
1. Entrénate para hacer una lista de compras. Así te ahorras el paso innecesario entre los estantes con comestibles y reduce el tiempo que el niño estará en la tienda.
2. Para reducir la probabilidad de que un niño tenga una rabieta, evalúe el estado del niño antes de salir, ya sea que esté cansado o hambriento. Intenta eliminar todos los factores molestos.
3. De camino a la tienda, es una buena idea hablar con su hijo sobre las compras planificadas. Trate de explicar suavemente por qué no quiere comprar nada más allá de la lista. Si el niño comienza a pedir algo más allá de eso, será posible recordarle la conversación.
Una de las formas más efectivas es desviar la atención del niño. Piense de antemano qué tipo de golosina acepta comprar: si el bebé está empezando a ser caprichoso y cree que esa salida es posible, intente ofrecerle algo que se adapte a usted.
Si un niño ya no es simplemente caprichoso, sino que grita desgarradoramente y exige comprarle caramelos o patatas fritas ahora mismo, es demasiado tarde para ofrecer un reemplazo. Trate de transmitirle a su pequeño lo molesto que es este comportamiento. Invite a su hijo a salir afuera para calmarse. Si los caprichos continúan, esta condición debe cumplirse.
Establezca una tradición: los niños valoran el orden. Por ejemplo, acuerde con el bebé que le compre algo específico. También puede discutir qué tan útil es lo que va a comprar e indicar la cantidad si el niño ya es lo suficientemente grande para entenderlo.
Si se prepara con anticipación para ir a la tienda, se prepara para un diálogo con el niño y se esfuerza mucho por no dar rienda suelta a la irritación, la compra de productos traerá un gran placer tanto para usted como para el bebé.