Casi todos los niños estropean los libros pintándolos, cortándolos o rompiéndolos en pedazos. ¿Por qué está pasando esto? Los niños se comportan de esta manera no por un daño banal, sino por el deseo de comprender todo lo que tienen frente a ellos.
Así, el niño comienza a darse cuenta de que dibujando puede dejar una marca en el libro. Este es un gran descubrimiento para él, especialmente en el período de uno a dos años, cuando recibe una respuesta a la pregunta principal "¿Qué puedo hacer?" Al recibir respuestas, se desarrolla como una persona creativa, lo que lo afectará en el futuro. Además, cuando un niño rompe libros, aprende las propiedades del papel. Los padres deben aprender a tener paciencia, porque solo el respeto y la actitud justa hacia la "creatividad" del bebé les permitirá obtener un resultado feliz en el futuro.
Pegar el libro que fue roto por él también es un proceso igualmente significativo e interesante para el niño, por lo que debe permitir que el niño lo pegue. Comprenda que no es el resultado en sí lo que es importante, sino el proceso de saber que puede unir las partes. No es necesario pegar el libro en un estado completo, porque el niño se cansará rápidamente de tal actividad.
A menudo, los niños tachan las caras de ciertos personajes del libro, expresando así su protesta. Es posible que a los héroes del libro no les gusten las migajas.
¿Cuál es la forma correcta de prohibir?
Pero junto con la creatividad de los niños, no se debe olvidar la necesidad de restricciones. Explíquele al niño que es imposible pintar todos los libros, pero debe explicarse de una manera que sea accesible para el niño. Por ejemplo, cuando vea que un niño ha tomado un libro, explíquele que es demasiado caro para usted y déle otro libro a cambio. Es posible que sea un libro para colorear o un álbum. Por cierto, tiene sentido comprar varios libros solo para que un niño pinte.