Si descubre que su hijo es diferente de sus compañeros, tanto física como mentalmente, no se asuste de inmediato. Es posible que este sea un fenómeno temporal, pero si el niño es diagnosticado seriamente, vale la pena pensar en su desarrollo y crianza posteriores.
Los problemas físicos o mentales de un niño causan angustia a los padres y los obligan a tomar decisiones difíciles pero óptimas.
Internado
Nadie tiene derecho a condenar a los padres por abandonar a un niño que nunca podrá vivir una vida normal entre las personas. Cuando los bebés nacen con síndrome de Down o parálisis cerebral, el personal del hospital de maternidad se ofrece a escribir un rechazo de ellos, porque no todos pueden hacer frente a este problema por sí mismos.
A veces, la enfermedad del niño se manifiesta mucho más tarde, comienza a retrasarse en el desarrollo y a degradarse físicamente. Pueden aparecer signos de autismo y el niño puede quedar discapacitado como resultado del trauma.
La decisión de muchos padres es colocar al bebé en un internado especial. No hay nada de malo en ello. Son pocos los que tienen la oportunidad de dedicar su vida a un niño enfermo, porque es necesario tener la fuerza, la salud, la capacidad financiera, el tiempo para una supervisión constante y la atención médica adecuada.
Educación en casa
Si los padres han asumido la responsabilidad de criar a un niño discapacitado, en primer lugar, deben tener una base financiera para llevar a cabo este paso, porque ese niño necesita mucho más que un niño común. Uno de los padres debe dejar el trabajo y cuidar al niño, llevarlo al médico y gastar mucho dinero en consultas, medicamentos y procedimientos. Y, muy posiblemente, todo esto será en vano, tendrás que cuidar al niño toda tu vida.
Cuando los padres comprendan esto y acepten el posible desarrollo desfavorable de los acontecimientos, deberán enfrentar una actitud negativa hacia su acto, condena y malentendido. Es mejor detener esas conversaciones de una vez, respondiendo que este es su hijo, lo ama y hará todo lo posible para alegrar su vida.
Después de hacer un diagnóstico, debe recopilar cualquier información sobre él de Internet, libros, comunicarse con los mejores especialistas. También puede conocer familias que están criando hijos con el mismo diagnóstico y, después de hablar con ellos, compartir su experiencia o aprender algo útil para usted.
Puede intentar enviar a un niño con una discapacidad leve a un preescolar regular o incluso a una escuela. Para los niños con formas más graves de la enfermedad, existen jardines de infancia y escuelas correccionales. Se proporciona educación en el hogar para niños con problemas del sistema musculoesquelético.
Es mejor que los niños con discapacidad auditiva o visual estudien en un internado especial, donde se les ayudará a adaptarse al mundo exterior. No olvide que es necesario darle al niño la oportunidad de desarrollar sus intereses.