Para un proceso educativo y cognitivo pleno y productivo, son necesarias ciertas condiciones, entre las que se encuentra el orden y la disciplina en el aula. Pacificar a los estudiantes a veces es bastante difícil, pero existen varios métodos, secretos y trucos con los que puedes lograr el silencio y la atención.
Maneras de mejorar la disciplina en el aula
La concentración de la atención de los niños depende de muchos factores. En primer lugar, es el grado de importancia para los niños de la información que proporcionas. Sus estudiantes, al escuchar este o aquel material educativo, deben entender por qué lo necesitan. Como regla general, la mayoría de los niños se guían por los objetivos motivacionales inmediatos: obtener una buena calificación en la lección o el trabajo de prueba, no provocar el comentario del maestro, etc. Los objetivos como las buenas calificaciones en un certificado o la finalización con éxito del examen o GIA se vuelven relevantes solo más cerca del final de la escuela.
Los diferentes profesores utilizan tácticas de clase muy diferentes. Los métodos comunes de intimidación son la amenaza de una mala nota en un diario o diario, llamar a los padres a la escuela, invitar al director a la clase, etc. - puede tener un cierto efecto, pero siempre hay temerarios que no le temen a esto.
Para eliminar la confusión, el ruido y el clamor en el aula, a veces basta con neutralizar su autor intelectual ideológico. Por lo general, el tono para todo el equipo de estudiantes lo establecen dos o tres de los temerarios más autorizados. Dirija la atención de los niños más activos a sus estudios, por ejemplo, llamándolos a la pizarra. Presénteles un problema grave que debe abordarse de inmediato.
También es posible la introducción de determinadas sanciones. Por ejemplo, si los estudiantes se portan mal, hacen ruido y le impiden explicar material nuevo, puede castigarlos con cuestionarios no programados sobre todos los temas aprendidos anteriormente o con una prueba oral. Es importante señalar que este "castigo" es beneficioso para aumentar el nivel de conocimiento de los estudiantes.
También puede aplicar un castigo colectivo en forma de cancelación de actividades que sean significativas para los estudiantes: senderismo, noches de descanso, etc. Esta responsabilidad colectiva tiende a disciplinar a los niños y les permite reflexionar sobre el resultado de su propio mal comportamiento. Al mismo tiempo, los eventos que son realmente significativos para los niños no deben cancelarse; esto puede poner a la clase en su contra durante mucho tiempo.
¿Tiene la culpa el profesor?
A veces, el propio maestro es el culpable de la falta de disciplina en la lección. Sin resaltar los elementos estructurales claros de la lección, sin aplicar una variedad de métodos de enseñanza que despierten el interés por el conocimiento, explicando monótonamente material nuevo, el propio maestro puede hacer que sus lecciones sean aburridas y poco interesantes.
Si desea que sus alumnos estén ansiosos por sus lecciones, de modo que las clases se impartan sin perturbar la disciplina, intente que tanto usted como los niños estén interesados en hacer nuevos descubrimientos. Después de todo, el profesor, al igual que sus alumnos, aprende constantemente a enseñar, crece profesionalmente y mejora. Aburrido y poco interesante es el docente que enseña según la plantilla que se ha ido formando a lo largo de los años, sin introducir nada nuevo. En sus lecciones, la disciplina siempre será de más de tres.
Aplicar no solo una variedad de métodos, sino también formas de educación. Más a menudo se aleja de las lecciones estándar, reemplazándolas con formas no tradicionales como “viajar”, “KVN”, “¿Qué? ¿Donde? ¿Cuándo? etc. Realizar lecciones de excursiones, lecciones de torneos, lecciones de trabajo en grupo, etc.
Desarrolle un sistema de recompensas en el aula. Entonces, por ejemplo, una semana escolar sin un solo comentario sobre el comportamiento puede ser recompensada con un viaje o excursión no programada a algún lugar interesante.
Nunca use técnicas de castigo que ofendan la personalidad de sus estudiantes. Recuerde, no importa cuán rotundo sea el matón de un niño, en primer lugar, es una persona que puede ser persuadida, reeducada y detenida. Solo necesita hacer un esfuerzo y ser paciente.
En ocasiones, para restablecer el orden y el silencio en el aula, basta con que el profesor interrumpa la explicación del material didáctico y adopte una actitud de esperar y ver qué pasa. Como regla general, después de unos minutos, se establece un silencio total en el aula.
Recuerde que la incontinencia, la falta de atención y la falta de concentración son a menudo propiedades de los procesos cognitivos no formados en un niño. Por lo tanto, al luchar por la disciplina en la lección, se debe prestar atención al desarrollo de estas habilidades en los escolares.