A las nueve semanas de embarazo, la mayoría de las mujeres presentan un aumento de la fatiga, los mareos, las náuseas y otros síntomas característicos de la toxicosis al principio del embarazo. Queda esperar un poco y la condición mejorará.
En este momento, puede aparecer otro problema de las mujeres embarazadas: la manifestación de las venas safenas en el pecho en forma de malla azul. Esto significa que las paredes de los vasos sanguíneos de una mujer son propensas a dilatarse. Se deben tomar medidas para prevenir las consecuencias negativas de este fenómeno: elija un sostén cómodo, evite el trabajo duro, estar de pie y sentado por mucho tiempo. En el futuro, para excluir las varices en las piernas, puede recurrir al uso de medias o medias de compresión. Tomar medicamentos con vitaminas C y P también ayudará a fortalecer las paredes de los vasos sanguíneos, lo que evitará la expansión.
En la novena semana de embarazo, el cerebro embrionario se desarrolla intensamente: comienza la formación del cerebelo, que es responsable de coordinar los movimientos, se coloca la médula suprarrenal, que regula la producción de adrenalina.
La cara del feto se vuelve distinguible, la barbilla se presiona firmemente contra el pecho. La formación de brazos y piernas continúa: los huesos se fortalecen, aparecen las articulaciones, los dedos de los pies y las manos.
Ya a las nueve semanas de embarazo, el bebé comienza a moverse de forma espontánea, aunque para la futura madre estos movimientos permanecerán invisibles durante mucho tiempo.
La longitud corporal del embrión desde las nalgas hasta la coronilla es de unos 14 mm. Para esta semana, el peso del bebé alcanza un gramo.
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