A medida que el niño se desarrolla, su relación con los adultos también debería cambiar gradualmente. Por ejemplo, un niño de un año durante su primera crisis necesita atención especial de los padres y otros adultos.
Instrucciones
Paso 1
A esta edad, el niño puede comenzar a mostrar los primeros rudimentos de independencia. Si eres terco, intenta distraer al niño o, si no le hace daño, incluso permítele hacer lo que quiera. Por ejemplo, si está tratando de tomar algo por su cuenta o de caminar por su cuenta, es mejor sujetarlo, pero darle cierta libertad de acción.
Paso 2
Habla más con tu hijo. En el período de un año a un año y medio, se produce un desarrollo particularmente activo del habla. Para el primer cumpleaños, el niño generalmente pronuncia entre 10 y 15 palabras, pero puede comprender mucho más. Cuando enseñe palabras nuevas, trate de hablar correctamente, pero con sencillez. Si al niño le interesa, por ejemplo, un juguete, asígnele un nombre y descríbalo. Así podrá recordar no solo el sustantivo, sino también algunas características del objeto. Si el niño pide darle algo, pero no sabe el nombre del objeto o no puede pronunciarlo, dígale la palabra adecuada. Esto ampliará gradualmente su vocabulario.
Paso 3
Haz que tu tiempo libre sea más variado. A partir de un año, el niño ya puede comenzar a percibir adecuadamente los libros para su edad. Las grabaciones de audio para niños también serán una buena solución.
Paso 4
Cuide la seguridad de su hijo. A esta edad, ya puede caminar solo y, por lo tanto, corre el riesgo de enfrentarse a peligros en casa. Retire todos los objetos perforantes y cortantes en lugares inaccesibles, cierre los enchufes con cubiertas protectoras especiales. También elimine los artículos particularmente frágiles y valiosos. Si la casa es grande, puede recoger esas cosas en la habitación, donde el niño solo tendrá acceso cuando esté acompañado por un adulto.
Paso 5
Si hay mascotas en la casa, enséñele a su hijo cómo manejarlas. Prohibirle estrictamente que se acerque a los cuencos de los animales; incluso un perro bien educado puede morder a una persona que intentará quitarle la comida durante la alimentación. Es mejor no dejar gatos y otros animales pequeños en las manos del niño. Se les puede permitir planchar en presencia de un adulto.