¿Cuál es la mejor manera de criar a sus hijos en una era de avances tecnológicos? ¿Cómo asegurarse de que los niños no pierdan el contacto con la naturaleza? Para ello, es necesario inculcarles el amor por la belleza: por las plantas, los animales y la naturaleza en general.
Niños y hogar
Los psicólogos dicen que cuidar a las mascotas, cultivar plantas o estudiar en un círculo de jóvenes naturalistas ayudará a un niño a sentir una conexión con la naturaleza, pero hoy en día la mayoría de las familias simplemente no tienen suficiente tiempo para tal crianza y confían en una parte tan responsable e importante. de la educación a televisores y computadoras. Recuerde que es vital para su hijo pasar tiempo al aire libre y disfrutar del sol.
Vaya de picnic con sus hijos, cree sus propias tradiciones familiares únicas en forma de pesca, ciclismo o jugar al fútbol en la naturaleza. Si está trabajando en un huerto, pídale a su hijo que le ayude a tirar semillas o poner patatas en el hoyo. Cuéntele a su hijo sobre el mundo que lo rodea de una manera interesante y comprensible. Depende de usted y de su imaginación y aspiraciones si el niño amará la naturaleza o preferirá la vida hogareña.
Si no tiene jardín o cabaña de verano, cuide las plantas con su hijo, ofrézcale que cultive frijoles o cebollas. Créame, el niño estará encantado con el resultado. También puede intentar realizar algo parecido a actividades ecológicas con su hijo, hablarle sobre las reglas de supervivencia y comportamiento en el bosque, u organizar un día de limpieza. Todo esto ayudará a que el niño tenga una actitud respetuosa hacia la naturaleza.
Turistas niños
Según profesores y médicos, la mejor forma de luchar contra la vida urbana es el senderismo, pero para que un niño se acostumbre a pasar tiempo en la naturaleza y se sienta cómodo al aire libre, se recomienda enviarlo a “excursiones de fin de semana”. Además, es recomendable comprarle literatura especial y una mochila con todo lo necesario.
El senderismo mejora significativamente la confianza y la salud de un niño y, como resultado, se vuelve en forma física. Además, tendrá nuevos conocidos e intereses.
Como muestra la práctica, los niños a los que les gusta el senderismo se ven mucho mejor que sus compañeros de la ciudad. La participación en la naturaleza hace que los niños sean más resilientes, fuertes y resistentes al estrés, porque desde muy pequeños leerán mucho, viajarán más y harán descubrimientos. Pero para que al niño le guste el senderismo en el futuro, es necesario empujarlo. Por ejemplo, entréguelo a un club turístico, donde los niños viven en campamentos especiales y hacen caminatas con los maestros.
Al criar a un niño en armonía y paz con la naturaleza, desarrollas en él fuerza, bondad y responsabilidad hacia los demás. Al crecer, los niños elegirán las profesiones necesarias y prestigiosas, se volverán trabajadores y recordarán la conexión entre el hombre y la naturaleza durante toda la vida.