Cada padre a veces tiene que levantar la voz a su propio hijo. Todo el mundo tiene sus propias razones para ello. Algunos dicen que los niños no perciben la información que se les transmite en tono tranquilo. Otros regañan a su bebé así. Los psicólogos, sin embargo, creen que levantar la voz es principalmente una manifestación de la debilidad de los propios padres.
Instrucciones
Paso 1
Si mamá y papá no pueden estar tranquilamente de acuerdo con su bebé, entonces el problema no está en el niño, sino en los padres. Los gritos constantes al bebé no lo afectan de la mejor manera e incluso pueden dañar la psique del niño. Además, gritar puede convertirse en un hábito, y el niño se comunicará de la misma forma con los demás e incluso con sus padres.
Paso 2
Por lo general, después de que los padres le gritan a su hijo, se arrepienten sinceramente, pero aún así continúan levantando la voz de vez en cuando. Hay ciertas razones para esto.
Paso 3
Los adultos saben muy bien que el niño es mucho más débil que ellos. Los padres a menudo simplemente derraman todo su estrés emocional que se ha acumulado, por ejemplo, debido a problemas en el trabajo, peleas con un cónyuge. Es decir, es obvio que el niño no tiene la culpa de todo esto, pero aún así lo consigue, y todo porque los adultos comprenden que el niño no podrá contestarles. Así, el bebé se convierte en una especie de pararrayos e incluso en un saco de boxeo, y muy rápidamente se acostumbra a este rol, y más adelante en la vida adulta se adherirá a este rol, como está acostumbrado.
Paso 4
Todos los padres, incluso antes del nacimiento de un hijo, tienen algunas ideas sobre él. Los padres sueñan que, por ejemplo, su hijo o su hija definitivamente serán excelentes alumnos y practicarán cierto tipo de deporte. Pero el niño es una persona separada y no siempre cumple con las expectativas de los padres. Si mamá y papá se toman demasiado en serio esto, entonces, debido a esto, rompen con el bebé. El niño comienza a comprender que no está a la altura de las expectativas de sus padres y esto puede generar complejos.
Paso 5
Los adultos tienen prisa constantemente en algún lugar, quieren hacer todo lo más rápido posible, pero los niños llevan un estilo de vida mesurado y no planean apresurarse a ningún lado, lo que a menudo molesta a los padres. Por eso, comienzan a alzar la voz para apurar al niño. Aunque de hecho se debe respetar el ritmo de vida de su hijo, el niño tiene derecho a disfrutar cada minuto de su vida, no hay necesidad de prohibírselo.
Paso 6
Explicarle algo a un niño de la manera más accesible y tranquila es muy difícil, por eso a muchos padres les resulta mucho más fácil gritar. Pero este es el problema de los padres, no es el niño el que debe corregirse, sino que la madre y el padre deben aprender a comunicarse con normalidad para que no tengan que recurrir a gritos durante la conversación.