La movilidad es una propiedad natural de un niño. Es indeseable limitarlo en su deseo de correr, saltar, divertirse, jugar juegos ruidosos. Pero a veces la actividad de la marimacho desgasta tanto a los padres que ya no saben cómo comportarse con él.
Instrucciones
Paso 1
Observe primero a su hijo o hija. Un niño activo generalmente ama los diferentes juegos, pero en lugar de un entretenimiento tranquilo, prefiere los activos. Le encanta hablar mucho, hacer muchas preguntas y escucharlas con curiosidad. Un bebé así rara vez muestra primero su agresividad. Como regla general, solo en una pelea puede retribuir a su compañero. Un niño ágil se comporta de manera diferente en entornos familiares y desconocidos. Es decir, en una visita o en el jardín de infancia, su comportamiento puede ser bastante sereno y en casa puede ser enérgico. Los niños móviles raramente sufren de alteraciones intestinales del intestino y del sueño.
Paso 2
Tenga cuidado con la posibilidad de que su hijo sea hiperactivo. Esto significa que a menudo no puede jugar juegos de mesa, escuchar cuentos de hadas, ya que se distrae rápidamente y está en constante movimiento. Y si se cansa, empieza a ponerse histérico. Un niño así habla rápido, se traga palabras, hace preguntas y ya no escucha las respuestas. Suele comportarse de forma agresiva, no controla su comportamiento y no responde a las restricciones y prohibiciones. Su actividad siempre se manifiesta independientemente del entorno. Los niños hiperactivos a menudo padecen alergias alimentarias, trastornos digestivos y del sueño.
Paso 3
En el primer caso, cuando el niño es simplemente móvil, tenga en cuenta sus peculiaridades, comunicándose con él de manera tranquila y uniforme. Asegúrese de seguir una rutina diaria clara con su hijo o hija. Es decir, acostarse a tiempo leyendo un libro antes de acostarse, jugando juegos tranquilos. Por la mañana, levante al bebé de forma suave y gradual. Mantenga las prohibiciones al mínimo al ceñirse a las más importantes. Déle al niño asignaciones a corto plazo de acuerdo con sus fuerzas, acostumbrándolo gradualmente a la perseverancia. Y elogie generosamente por hacerlos. A continuación, defina tareas más largas para él. Llene todo el tiempo de su hijo con actividades interesantes y variadas. Deje que el inquieto juegue más juegos al aire libre para niños. Permítase liberar energía en las caminatas sin sobreexcitación, el deporte para estos niños es la mejor solución.
Paso 4
En el segundo caso, si existe la sospecha de que el niño es hiperactivo, siga el mismo consejo que se le dio para criar a un niño móvil. Pero asegúrese de contactar con él a un neurólogo, neuropatólogo o psiquiatra pediátrico. Hará un diagnóstico preciso y brindará asesoramiento médico profesional. Al mismo tiempo, visite a un psicólogo infantil que le mostrará técnicas de relajación. Te dirá cómo enseñar al niño a mostrar su agresión de forma adecuada, cómo desarrollar su atención y capacidad para controlar sus movimientos. También dará los consejos necesarios a los educadores y maestros marimachos. Para un niño hiperactivo, es recomendable tomar una habitación separada en la que no haya elementos innecesarios. El papel tapiz en las paredes para calmarse debe ser verde y azul.