Para los nuevos padres, el sueño del bebé puede ser la prueba más difícil. Es cambiante e impredecible, especialmente si el bebé confunde el día con la noche. Al establecer un horario claro para el descanso y la vigilia de su hijo, puede evitar el exceso de trabajo.
Duración y frecuencia del sueño
Desde el nacimiento hasta los tres meses, los bebés suelen dormir mucho, entre 14 y 18 horas al día. La duración del sueño, independientemente de que sea de día o de noche, es de 3-4 horas, por lo que los padres deberán levantarse para envolver y alimentar al bebé. A los 3-4 meses, el niño duerme 15 horas al día, 10 de las cuales, por la noche. El resto del tiempo se divide en tres siestas diarias. A los 6 meses, su número disminuirá a dos y la duración será de aproximadamente una hora. A esta edad, es muy importante establecer un horario de sueño y vigilia para el niño, no solo para facilitar la vida de los padres, sino también para salvar al bebé de la fatiga excesiva. La duración de una noche de sueño de un niño de seis meses es de aproximadamente 12 horas, y por año disminuirá en 10 horas, mientras que una siesta única será de aproximadamente 2 horas. Debe recordarse que un recién nacido no necesita un silencio perfecto para conciliar el sueño, no es necesario susurrar o caminar de puntillas. La mayoría de los bebés se duermen tranquilamente en lugares ruidosos y con mucha luz.
Problemas para dormir
En la infancia, un niño puede confundir el día con la noche. El sueño diurno de estos bebés es tan largo que les deja la fuerza para permanecer despiertos por la noche. A menudo, los padres de estos niños, que se despiertan cada hora para exigir atención y un refrigerio, se sienten muy cansados. Sin embargo, no hay que olvidar que esta es una situación temporal, a medida que se desarrolla el sistema nervioso del niño, aumentará la duración de su sueño nocturno. Por lo general, los niños tienen un régimen normal a la edad de un mes. A menudo, los problemas para dormir pueden estar asociados con cólicos; en este caso, el niño debe recibir medicamentos especiales o usar métodos tradicionales: una toalla tibia, acariciar la barriga, etc. Si un niño es amamantado y no duerme bien por la noche, y se despierta con tomas no programadas, debe consultar a un médico; tal vez el bebé no tenga suficiente leche y valga la pena usar mezclas o es hora de introducir alimentos complementarios, según edad.
Reglas de sueño saludable
Para acostumbrar a un niño a un sueño saludable desde la primera infancia, es necesario no solo establecer un horario de descanso y vigilia, sino también cuidar un lugar cómodo para dormir. Esta debe ser una cama separada, equipada con rejillas especiales que protejan al bebé de que se caiga y un colchón ortopédico. Es importante excluir de él elementos innecesarios, por ejemplo, almohadas, peluches, mantas voluminosas, etc. Al quedarse dormido, el bebé no debe sentir molestias, por lo que los padres deben cuidar una temperatura y humedad del aire cómodas.
