El nacimiento de un bebé es una felicidad para los padres. Pero el tiempo pasa rápido y llega el momento en que el niño pasa a una nueva etapa de su infancia. En esta etapa, se hace necesario acostumbrar al niño a la comunicación social.
A los 2-3 años, el niño todavía no siente la necesidad urgente de comunicarse con otros niños. Se siente cómodo en compañía de sus padres. Los adultos en este momento actúan como compañeros de juego, pueden ser imitados. Otros niños no podrán hacer frente a tal tarea, porque ellos mismos necesitan comunicarse con sus mayores.
La adaptación es una adaptación a nuevas condiciones, circunstancias. Para un niño, un jardín de infancia es un lugar misterioso donde hay personas completamente diferentes con las que no conocía antes. Cada niño se adapta de manera diferente. Esto se puede atribuir a las características mentales y personales de los niños. Las rabietas aparecen desde cero, la negativa a ir al jardín de infancia, los pantalones pueden volver a mojarse, el niño no duerme bien, se niega a comer, llora al despedirse y no deja que su madre la deje.
La adaptación suele ser difícil, puede haber cambios en el trabajo del cuerpo. Los padres, por otro lado, solo ven un cambio externo: el comportamiento.
Debe prepararse para los cambios con anticipación. En este momento, es recomendable estar especialmente atento al bebé.
En primer lugar, debe enseñarle cómo familiarizarse: en el patio de recreo, en el parque, para organizar juegos para los niños. A continuación, debe adherirse al régimen diario. Vale la pena enseñar a jugar. No solo realice algunas manipulaciones de juguetes, sino que construya una trama de juego. Se debe prestar mucha atención a hablar sobre el jardín de infantes, puede caminar cerca cuando los niños salen a caminar. Vale la pena enseñarle al niño habilidades independientes en el campo de la higiene, preparándose para caminar.
Otro paso principal es fortalecer la salud del niño: templado, vestirse para el clima, caminatas frecuentes no solo en la calle, sino también en lugares concurridos.
Ha llegado el día tan esperado, el niño va al jardín de infancia. Para todos los chicos, las primeras semanas transcurren de diferentes formas: alguien llora, alguien se va fácilmente al grupo, algunos se calman rápidamente, otros no se distraen con nada. Esto es normal. Los padres deben ser más pacientes, tranquilos y abrazar al bebé con más frecuencia. En casa, vale la pena reducir la carga en la psique del niño: ver televisión con menos frecuencia, excluir eventos con una gran cantidad de personas, pasar más tiempo libre con el niño, leer libros, jugar juegos tranquilos.
Dependiendo del temperamento del niño, la adaptación puede durar en promedio 1-2 meses, con menos frecuencia seis meses al año.