Los padres deben recordar, cuando traen a un niño al jardín de infancia, que las nuevas circunstancias son un shock para él. Es difícil para él cambiar de inmediato a un nuevo ritmo de vida y prescindir de los caprichos al principio. Los padres deben ser pacientes y ser dueños de sí mismos, pero pronto se darán cuenta de que es difícil recoger al bebé del jardín de infantes por las noches, porque es muy interesante para él allí.
Para que la adaptación del niño sea lo más fácil posible, debe estar preparado con anticipación. Es necesario acostumbrarlo al autoservicio. Es decir, debe pedir ir al baño, poder lavarse las manos, usar una cuchara y comer solo. Sin estas habilidades, será muy difícil para él en el jardín de infantes, especialmente si el niño va al grupo de mayores. Además, no puedes evitar las quejas de los educadores, te exigirán que te acostumbres a esas bagatelas cotidianas.
Es necesario preparar psicológicamente al bebé antes de comenzar a conducir su jardín de infancia. Esto se puede hacer de manera discreta y divertida. Por ejemplo, mientras juega con juguetes, haga una escena en la que todos estén jugando en el jardín, diciendo al mismo tiempo: "¡Qué divertido es el jardín, qué maravilloso!" Dígale periódicamente a su pequeño lo que hacen los niños en el jardín. Compra cuentos de hadas donde los personajes van al jardín de infancia, cómo juegan allí, comen, obedecen a los maestros. Si comienza la preparación psicológica una semana antes del momento "X", entonces, por supuesto, el resultado puede no agradarle. Por lo tanto, cuéntele a su bebé sobre el próximo evento lo antes posible.
Los padres deben conocer con anticipación a los futuros cuidadores del grupo para establecer contacto. Así mamás y papás podrán advertir a los empleados de la institución sobre cualquier peculiaridad de su hijo, cómo encontrar contacto con él, qué puede y qué no puede.