Existe la idea errónea de que no es necesario hablar con un bebé, ya que todavía no puede entender ni recordar nada. Pero incluso los primeros sonidos que emite un niño ya son el comienzo del desarrollo del habla, y este proceso comienza literalmente desde el mismo nacimiento. Es imperativo comunicarse con el bebé, porque así es como comienza a familiarizarse con el mundo que lo rodea.
Hasta un mes, las principales formas de percibir el nuevo mundo son la vista y el oído. Sí, inicialmente le cuesta observar algún juguete interesante. Pero con el tiempo, aprenderá a hacer esto. Además, el niño puede reaccionar a los sonidos fuertes llorando. Sobre la cuna, puede colocar juguetes que emitan sonidos al tocarlos. Es importante que las manos del bebé puedan estar libres, ya que una de las actividades favoritas no es solo mirar, sino también sentir objetos.
- El pequeño adquiere nuevos conocimientos al comunicarse con los padres. Por lo tanto, no hay necesidad de dejarlo cuando está despierto y en silencio.
- En el período de un mes a dos, no son las palabras las que son importantes para el bebé, sino con qué entonación, expresión y gestos se dirigen a él. Por lo tanto, al comunicarse con el bebé, debe pronunciar las palabras con cariño y con una sonrisa.
- A los dos o tres meses, el pequeño ya es capaz de examinar objetos, seguirlos con la mirada. Al ver su interés en algo, este tema debe ser nombrado. Además, a los niños les gusta cuando los padres repiten sus sonidos después de ellos, sonriendo al mismo tiempo.
- A partir de los tres meses, el bebé es capaz de sonreír en respuesta, reír, acostarse boca abajo con la cabeza levantada. Puede colocar diferentes juguetes frente a él para que pueda examinarlos. En este momento, la actividad del niño pequeño está aumentando, muchos ya saben cómo darse la vuelta por sí mismos, monitorear el movimiento de los objetos.
- Puede colgar juguetes sobre la cuna que el niño pueda agarrar. Es importante que sean seguros, pero al mismo tiempo llamen la atención.
- A los cuatro meses, hay un estruendo, al que conviene responder. También puede comenzar a hacer ejercicios simples con su bebé que afecten la formación del habla.
- Es recomendable colocar los juguetes para que el niño pueda alcanzarlos de forma independiente. Inicialmente, debe ayudarlo empujando los juguetes y alentando los intentos de llegar a ellos. Entonces él mismo aprenderá a conseguir lo que le interesó. El bebé intentará saborear muchos objetos y no hay necesidad de obstaculizarlo. Pero es importante mantenerlos limpios y para que no queden piezas pequeñas en ellos.
- A la edad de seis meses, a los niños les gusta escuchar música, por lo que se sienten muy atraídos por los juguetes musicales. Intentan extraer el sonido de ellos mismos, examinarlos, sentirlos. Puede ofrecer juguetes que hagan diferentes sonidos con diferentes sonidos. Alejando lentamente el juguete, el bebé tendrá un incentivo para gatear hacia él.