Dominar la olla no es una etapa fácil, pero muy importante en el crecimiento de un bebé. Para que el niño pueda aprender rápida y correctamente a usar el orinal, los padres, en primer lugar, deben aprender a correlacionar correctamente las capacidades del niño con su edad.
¿A que edad se recomienda enseñar a un niño a ir al baño?
Existe la opinión entre los padres de que es necesario enseñar a un niño a ir al baño tan pronto como comience a sentarse, y esto es aproximadamente de 6 a 8 meses. Este enfoque es fundamentalmente incorrecto, ya que alrededor de 1 año y 3 meses, el niño solo comienza a darse cuenta y sentir la plenitud de la vejiga. Por lo tanto, todos los intentos de acostumbrar al niño antes pueden resultar inútiles.
Algunos padres logran enseñar a sus hijos antes. Esto se debe al hecho de que los niños se desarrollan de diferentes maneras y algunos niños pequeños pueden comenzar a ir al baño conscientemente antes. Pero la mayoría de las veces, al acostumbrarse temprano, el niño usa la olla inconscientemente y, a medida que crece, puede "olvidar" repentinamente cómo y cuándo hacerlo. El conocido médico Komarovsky cree que antes de los 18 meses ni siquiera debe intentar enseñarle al niño a usar la olla para evitar la formación de reflejos innecesarios en el bebé.
Las habilidades estables en la formación del control de la micción se forman en un bebé a los 22-30 meses. Es este período, según Komarovsky, el óptimo para el entrenamiento para ir al baño.
Señales clave de que un niño está listo para ir al baño
Antes de comenzar a aprender a ir al baño, debe asegurarse de que su nivel de desarrollo le permita hacerlo. Los principales signos de preparación para el aprendizaje incluyen:
- La edad del niño (debe tener más de 15-18 meses);
- El niño comienza a controlar su vejiga (durante el sueño diurno y 2 horas después, el pañal o las bragas del bebé permanecen secos);
- El niño comienza a sentir de antemano que quiere evacuar (por ejemplo, se calla y parece concentrado);
- El niño es capaz de entender y seguir instrucciones sencillas (por ejemplo, llevar o traer algo);
- El niño tiene las habilidades de autoservicio elemental (puede ponerse y quitarse las bragas, los pantalones) y está listo para realizar estas acciones a pedido de los adultos;
- El niño puede quedarse quieto durante unos 10 minutos;
- El niño conoce el nombre de las partes de la comida y puede mostrarlas.
Si el bebé no tiene los signos anteriores, entonces es demasiado pronto para enseñarle a ir al baño.
Consejos básicos para aprender a ir al baño
Antes de comenzar la capacitación, los padres deben comprender que todos los niños son individuales y que lo que funcionó con un niño no funciona en absoluto con otro. Pero existen recomendaciones desarrolladas por psicólogos y pediatras, a continuación de las cuales puede enseñar a un niño a ir al baño con éxito:
- Elija ropa cómoda que el niño pueda quitarse solo. Deben ser bragas y pantalones sin cierres ni botones complejos, para que el bebé, si es necesario, pueda quitárselos por sí mismo.
- Olla bonita pero cómoda. La olla para bebés debe ser de interés para el bebé, no de miedo y malestar. Puedes ir a la tienda con tu hijo y elegir una olla que le guste. Puede representar a sus personajes o animales favoritos del bebé.
- Permita que el niño elija un lugar adecuado para los asuntos del baño. No obligue a su bebé a sentarse en el orinal solo en el baño o inodoro. Estos requisitos pueden disuadir al bebé de usar la olla. Y no debe prohibirle que juegue o hojee libros durante las "reuniones" en la olla.
- Proporcione instrucciones oportunas y comprensibles. Durante el período de entrenamiento para ir al baño, es necesario recordarle al niño con más frecuencia por qué y cómo usarlo. En este caso, puede utilizar juguetes para la demostración.
- Supervise las señales de cerca. Cada niño, antes de ir al baño, realiza acciones características, por ejemplo, se congela o empuja. Habiendo notado estas señales, es importante poner al bebé en el orinal lo antes posible.
- Con la mayor frecuencia posible, pídale al niño que informe que quiere usar el baño.
También es importante tener en cuenta la motivación. No regañe a su hijo por "pantalones mojados". El niño será mucho más eficaz en el entrenamiento para ir al baño si es constantemente elogiado y admirado por su éxito. Y cualquier amenaza y manipulación no solo puede estropear la relación entre padres e hijos, sino que también puede provocar el desarrollo de muchos problemas psicológicos en el niño.