La influencia del estado psicológico de los padres en los niños es muy grande. Especialmente cuando se trata de una estructura tan estable como la autoestima. ¿Cómo puede afectar la autoimagen de una madre a su bebé?
Primero, los niños reflejan el comportamiento de sus padres. Mamá, como la persona más cercana, hasta cierto momento sigue siendo un modelo completo de comportamiento e incluso de sentimiento. La forma en que mamá se comporta se percibe sin juzgar. Todo lo que hace está bien. Se toma un ejemplo de mi madre. Por supuesto, si muestra inseguridad y preocupaciones innecesarias, es su hijo quien lo copiará. Y si también está limitado en la comunicación con otras personas que podrían convertirse en un ejemplo, simplemente no tiene dónde aprender a comportarse de manera diferente.
El segundo punto en el que la autoestima de una madre afecta a un hijo son las peculiaridades de la crianza. Las mujeres seguras de sí mismas crean las condiciones necesarias para el crecimiento saludable de un niño. No se miman demasiado, no se permiten sentarse en el cuello, pero al mismo tiempo saben escuchar los sentimientos. Esto es lo que les falta a los padres con baja autoestima.
Las mujeres inseguras tienden a adherirse a dos tipos de crianza: sobreprotectoras o, por el contrario, dictadoras. En ambos casos, los niños no se sienten protegidos en este vasto mundo. Luego, la energía que podría ir al desarrollo adecuado, el desarrollo del espacio externo, se gasta en superar la ansiedad interna. El niño está más nervioso, pellizcado, comienza a concentrarse en la opinión de todos los que lo rodean: la vida en un estrés tan constante tarde o temprano conduce a enfermedades somáticas.
A veces hay una reacción de sobrecompensación, que se manifiesta en el comportamiento deliberadamente activo y agresivo del niño. Sin embargo, la ansiedad interna, con la que lidia con tal comportamiento demostrativo, no desaparece y continúa minando el sistema nervioso del niño desde adentro.
Consejo practico:
1. Lo primero que debe hacer es reconocer y reconocer el problema. Existe y tenemos que resolverlo de alguna manera. Negar este problema no conducirá a nada bueno, solo se perderá tiempo.
2. A continuación, observe cómo se refleja su autoestima en la educación de los niños y trate de sortear las esquinas afiladas. Una crianza saludable consiste en la capacidad de escuchar y comprender al niño, de satisfacer sus necesidades, pero al mismo tiempo de poder limitar y crear sus propias reglas razonables.
3. Además, las mujeres con baja autoestima se caracterizan por un aumento de la ansiedad. Tenga en cuenta que, si es posible, no se transmite al niño. Aprenda a ser audaz y proactivo con él.
4. Resuelve el problema desde adentro. Si no puede alcanzar una autoestima adecuada por su cuenta, debe buscar un especialista que lo ayude con esto.