Los psicólogos infantiles dicen que a la edad de 1, 5 años, un niño está sentando las bases de la cosmovisión y estableciendo una posición en la vida: el éxito o la duda.
0 a 3 meses
Un bebé de esta edad solo puede sentir la temperatura, el tacto, los olores, ver imágenes visuales. La sensación principal es la presencia o ausencia de la madre, su calidez y olor. A esta edad, el bebé necesita ser tocado, acariciado, besado y hablado con palabras en un tono suave. ¡Abraza y besa a tu pequeño, cuanto más mejor!
3 meses a 1,5 años
Durante este período, las interacciones táctiles entre el bebé y la madre siguen siendo significativas. Hasta los seis meses, el niño no tiene su propio sistema de respuesta, es completamente dependiente de la madre, formando un solo todo con ella. El trasfondo emocional de la madre se transfiere completamente al niño, por lo que es muy importante no preocuparse y no ponerse nervioso cuando sostiene a su amado hijo en sus brazos o simplemente está cerca.
Al invertir amor y emociones positivas en el niño, la madre contribuye a la formación de la confianza en sí mismo del niño, que es muy importante para toda la vida futura.
Sentando las bases para una personalidad libre y segura
Una madre feliz, tranquila y segura de sí misma siempre siente las necesidades de su hijo y las satisface. Un niño rodeado de amor, sabiendo que la madre siempre lo cuidará, estará ahí y apoyará en cualquier situación, también crece feliz y fuerte de espíritu. Sintiendo un tremendo apoyo y fuerza interior de la madre, el bebé explora con valentía el mundo que lo rodea. Impulsado por la energía de la madre, desarrolla su propia confianza interior, que le será útil en la vida adulta, para resolver los problemas que le han surgido.
Formación de dudas sobre sí mismo en el niño
Si una madre se encuentra en un estado de ansiedad, malestar, neurosis, entonces, por definición, no podrá criar a un niño feliz. Estos niños no tienen la confianza de que la madre los apoyará, rechazará y castigará. En tales condiciones, el niño no puede explorar el mundo que lo rodea con calma. Una madre que usa el abandono como castigo, arriesgándose a criar a un niño emocionalmente inestable, psicótico e inseguro. Hay otro extremo: la sobreprotección. Los padres ansiosos obstaculizan constantemente el desarrollo del niño, deteniéndolos gritando: no toques, no corras, no saltes y hay muchos otros "no". Este comportamiento conduce a la formación de pasividad en los niños, en el futuro el niño continúa comportándose de esta manera, espere, no toque, no avance.
A la hora de criar a un bebé, conviene recordar que desde muy temprana edad, su hijo es una persona. Tenga en cuenta sus necesidades e intereses, y un resultado positivo no tardará en llegar.