La introducción de productos cárnicos en la dieta del bebé es una etapa importante de su vida. El pediatra lo ayudará a determinar la fecha exacta, ya que la administración anterior está plagada de reacciones alérgicas y estrés excesivo en el sistema digestivo del bebé, y la administración tardía puede desarrollar anemia y falta de vitaminas B.
Instrucciones
Paso 1
Dar preferencia a los productos cárnicos producidos industrialmente. Tienen una consistencia más delicada y se preparan con la máxima conservación de todos los oligoelementos y vitaminas útiles. Además, le ahorrará tiempo, que es mejor utilizarlo para comunicarse con su hijo.
Paso 2
Decida qué tipo de producto cárnico le va a dar a su bebé. Puede ser pavo, conejo o carne magra. Tenga cuidado con el pollo ya que puede provocar alergias.
Paso 3
Asegúrate de la calidad del producto ofrecido al bebé: consulta la fecha de caducidad, empaque en el caso de un producto industrial. Si usted mismo cocinó un plato de carne, asegúrese de que la carne esté completamente hervida y tenga una consistencia apropiada para la edad del niño.
Paso 4
Agregue media cucharadita de puré de carne a un producto ya familiar para su hijo, que generalmente come con gusto. Es mejor agregar carne al puré de verduras o sopa. Observe al niño durante las próximas 24 horas.
Paso 5
Si el consumo del producto cárnico no provocó ninguna reacción alérgica, aumente el volumen del producto cárnico al día siguiente a 1 cucharadita. Al día siguiente, dele al niño 2 cucharaditas de puré de carne, etc. Por lo tanto, aumente el volumen de carne diariamente a las normas correspondientes a la edad del bebé. A los 8-9 meses, es de 30-40 g, a los 11-12 meses, puede darle a su bebé 50-70 g de carne por día.
Paso 6
Presente a su hijo otros tipos de carne de acuerdo con los puntos anteriores.
Paso 7
El último producto cárnico que vale la pena presentar a un niño es el cordero. Es lo suficientemente graso y difícil de digerir.