La introducción de alimentos complementarios es un paso muy importante. Cambie la dieta de su bebé de forma gradual, con mucho cuidado y en el momento adecuado. No lo hagas demasiado pronto o, por el contrario, demasiado tarde.
Instrucciones
Paso 1
Los pediatras modernos creen que los alimentos complementarios deben introducirse a partir de los seis meses, cuando la necesidad de vitaminas, proteínas y minerales del niño aumenta significativamente. Anteriormente, los médicos aconsejaban introducir alimentos complementarios a partir de los cuatro meses, pero esto no tiene un sentido particular. Si el bebé está muy delgado, con hemoglobina baja y poco apetito, puede comenzar con los alimentos complementarios un poco antes, a partir de los cinco meses.
Paso 2
Se cree que los alimentos complementarios deben introducirse después de la aparición del primer diente, ya que puede considerarse una señal del cuerpo de que está listo no solo para la leche. Pero en algunos casos, los dientes comienzan a salir y a los ocho o nueve meses, por supuesto, no hay que esperar hasta ese momento.
Paso 3
Cualquier alimento nuevo debe incorporarse con mucho cuidado y de forma gradual a la dieta. Se recomienda comenzar a introducir alimentos complementarios en el momento de la segunda toma de la mañana. Primero, intente ofrecerle a su hijo una cucharada de un producto nuevo, después de lo cual debe ser alimentado con alimentos más familiares: fórmula o leche materna. Si el niño ha renunciado a un nuevo producto, no se desanime, vuelva a intentarlo en un par de días.
Paso 4
Después de las primeras pruebas, es muy importante controlar la reacción del niño: cambios en las heces o aparición de una erupción. Si no hay problemas, al día siguiente se debe duplicar la dosis de alimentos complementarios y continuar con el mismo espíritu hasta que la dosis alcance los ciento cincuenta gramos. Si en algún momento hay algún problema, debe dejar de aumentar la dosis y, posiblemente, consultar a un médico. Por lo general, toma de siete a diez días reemplazar completamente una alimentación complementaria.
Paso 5
No hay una indicación clara de dónde comenzar con los alimentos complementarios. Algunos pediatras recomiendan comenzar con una variedad de purés de verduras, porque contienen muchas vitaminas y minerales, pero la estructura de dichos alimentos es muy diferente a la de la leche habitual, lo que puede causar problemas.
Paso 6
Si decide comenzar con verduras, es mejor darle a su hijo verduras ligeras o verdes primero: brócoli, calabacín, coliflor. Un poco más tarde, puedes agregar zanahorias, calabaza y papas. Puede hacer puré de papas por su cuenta, o puede comprar productos preparados de fabricantes confiables, lo que incluso puede ser preferible, ya que no contiene fibras de fibra que puedan causar reacciones alérgicas en un niño.
Paso 7
Si el niño es lo suficientemente delgado, los alimentos complementarios pueden comenzar con cereales: con trigo sarraceno, arroz y maíz, luego agregar avena. En este caso, también es mejor comprar viveros listos para usar, que están hechos con ingredientes probados y están idealmente homogeneizados, lo cual es muy importante para un niño pequeño. Vale la pena comenzar con cereales sin lácteos, puede cambiar a papillas de leche más cerca del año. Es mejor reemplazar la última comida con papilla antes de acostarse, el niño comido dormirá más y más tranquilo.