Todas las personas, independientemente de su género, edad, estatus social, quieren encontrar la felicidad y encontrar el amor. Pero en cuanto se apaga la marcha de Mendelssohn y parece que aquí has encontrado tu destino, empiezan a aparecer problemas que estropean la vida y envenenan la felicidad. Para evitar esto y construir relaciones sólidas, primero debe comprender las causas de los problemas y conflictos.
Las principales causas de los problemas, por extraño que parezca, para muchas personas son las mismas. Y a menudo se transmiten de generación en generación.
La primera y principal razón es la falta de relaciones sólidas entre los padres. No importa lo extraño que pueda parecer este argumento, es 100% cierto. Si las relaciones de los padres se basan en los niños, la vida cotidiana o simplemente porque es demasiado tarde para cambiar algo, entonces un niño en esa familia tiene un sistema de valores perturbado. Habiendo creado su familia, automáticamente le transfiere este modelo de relación. O, al darse cuenta de que está mal construir una familia de esta manera, comienza a construir caóticamente su propio sistema de valores, en el que la vida y los demás hacen sus propios ajustes.
De aquí es de donde viene el siguiente problema. Cuando los jóvenes con diferentes sistemas de valores crean una familia sin discutir con su pareja lo que quieren ver, comienzan a reconstruirse por sí mismos. Si son dos personalidades fuertes, comienzan a pelearse a diario, lo que conduce al odio, la violencia y el divorcio. Y cuando uno es moralmente más débil, simplemente se rinde ante los fuertes y, como resultado, vive constantemente deprimido, y el segundo, a su vez, cree que es tan amado, sin prestar atención al estado emocional de la pareja. Desde fuera, parece que esta es una buena pareja, pero no hay amor en su relación.
Otro de los motivos más habituales es el amor maternal. Parece que las mismas palabras "amor maternal" son sagradas. Sí, pero solo cuando se centran en el amor de una madre por su hijo. Muy a menudo, este mismo amor no se basa en el amor, sino en un sentido de propiedad, esperanzas rotas, insatisfacción en la vida personal. Y entonces la madre comienza a encajar en la familia de su hijo, impidiéndole construir su vida. En el deseo de llamar la atención sobre sí misma, no se da cuenta de que está envenenando la relación de su hijo. Además, la razón puede ser que la joven madre desvía toda su atención, ternura y cuidado al niño, haciendo a un lado a su marido. Un hombre, tratando de devolver la atención a su esposa, comienza a tener celos de su propio hijo. Y al no restaurar la antigua relación, se aleja. La mujer comienza a ofenderse; después de todo, no hizo nada malo. De modo que continúan viviendo, irritados y resentidos el uno con el otro.
Para evitar tales problemas y construir una relación feliz basada en el amor y el respeto mutuos, solo necesita construir un sistema de valores común con su pareja. Y solo entonces la relación será feliz y nadie quedará olvidado, privado u ofendido.
