Es necesario enseñarle al niño el tiempo de más cerca de los 7 años. Es a esta edad que ya ha desarrollado el pensamiento lógico y es capaz de percibir conceptos abstractos. Pero para esto, los padres necesitarán paciencia.
Donde empezar
Antes de la escuela, los niños perciben el tiempo como un cierto ritmo de vida. Primero, los más pequeños aprenden sobre las estaciones. Luego, conocen los meses, los días de la semana y las horas del día. Pero todavía no pueden determinar con precisión la hora mediante la esfera de un reloj sin la ayuda de adultos.
A la edad de 6-7 años, un niño en edad preescolar común tiene información de que la mañana llega inmediatamente después de una noche de sueño, cuando sale el sol. En este momento, suele desayunar y va al jardín de infancia. Llega la noche cuando el sol comienza a ponerse y afuera oscurece. Entonces es el momento de la cena familiar. La tarde fluye suavemente hacia la noche cuando todos necesitan dormir. Y el intervalo de tiempo entre la mañana y la tarde es el día.
Si el bebé todavía está confundido, entonces, para empezar, vale la pena repetir todos los conceptos con él y lo que viene después de qué. Al mismo tiempo, es necesario llamar la atención del niño en edad preescolar sobre la necesidad de tiempo en nuestra vida. También explique de forma accesible lo que significan el pasado, el presente y el futuro. Introduzca conceptos: primero, primero, luego, luego, después. Lo que significa ayer, hoy, mañana.
Para ayudar al niño a aprender a decir la hora según el reloj, es necesario dibujar todos los términos anteriores para él en un círculo. Es decir, pinta los intervalos de tiempo correspondientes con diferentes colores: mañana, tarde, tarde y noche.
Entonces se recomienda invitar al niño a dividir estos intervalos en intervalos aproximadamente iguales. Y ya dividirlos en períodos de tiempo más pequeños, en los que el bebé está ocupado con algo de acuerdo con la rutina diaria. Deje que el niño en edad preescolar recuerde todas sus actividades habituales del día y trate de colocarlas en determinados intervalos correspondientes a la hora del día. Para consolidar los conocimientos adquiridos, deje que el niño haga dibujos que reflejen algunos de sus asuntos. Las composiciones se pueden colgar en la pared alrededor de la esfera circular improvisada ubicada en el mismo lugar.
Aprendiendo en el juego
La mejor manera de enseñarle a un niño a determinar la hora exacta por su cuenta será en un gran reloj de juguete, donde pueda mover las manecillas. Es necesario explicarle al niño que el tiempo no puede retroceder. Muestre en qué dirección se mueven las manecillas del reloj, explique qué muestra la manecilla más corta, cuál es la más larga y cuál es la más delgada, con qué velocidad se mueve cada una de ellas.
Esta información debe presentarse al niño gradualmente, comenzando con una manecilla de hora. En unos días, cuando se asimile el conocimiento de la hora, conviene pasar a asimilar el conocimiento del minutero. Así, el niño comprenderá que el día consta de horas, horas de minutos y minutos de segundos.
Para entender si el niño ha aprendido el concepto o no, vale la pena pedirle que explique el término con sus propias palabras, para mostrar dónde estará la pequeña flecha en una hora. Después de dominar la hora, puede pasar a los minutos. Y luego, a los segundos.
Es necesario reforzar la información entrenando constantemente al niño. Para ello, puede preguntar qué hora es, enseñar cómo se acostumbra responder. Por ejemplo, en el reloj: 16 horas, veinte minutos. Y tienes que responder: las cinco y veinte. También puede solicitar establecer una hora específica en el reloj de juguete.
No hay necesidad de apresurar al niño. Lo principal es que la formación de los preescolares se lleva a cabo en forma de juego y va acompañada de emociones positivas. La lección no debe durar más de 20 a 30 minutos. Este es el momento más óptimo para que el bebé no tenga tiempo de perder el interés.