El alcohol, las drogas y las sustancias psicotrópicas son perjudiciales para la salud de un adolescente. Si sospecha que su hijo está usando algo, debe actuar.
Alcohol y drogas: lo que es seguro para los adolescentes
No existe un nivel de consumo seguro para los niños menores de 18 años porque sus cerebros y cuerpos aún se están desarrollando y el uso de drogas como el cannabis, el éxtasis y la cocaína es absolutamente inaceptable. Pero si su hijo usa o abusa regularmente de sustancias ilegales, o siente que no puede pasar un buen rato sin ellas, este es un problema muy grave.
Señales de advertencia
No siempre es fácil saber si un joven tiene un problema. Signos como cambios de humor, arrebatos de ira, cambios de vestimenta, amigos e intereses pueden indicar problemas, pero también son una parte normal de la adolescencia. Aquí hay otras señales de advertencia que podrían significar que debe tomar medidas.
Escuela y vida social
- estudiar peor o faltar a la escuela
- usa un lenguaje secreto o "codificado" cuando se comunica con amigos
- se ha vuelto más reservado en sus asuntos o se esconde a dónde va
- se aísla más de lo habitual
- pasa mucho tiempo con nuevos amigos
- usa una variedad de ropa o joyas, especialmente aquellas con símbolos o atributos de drogas.
Comportamiento
- cambios inusuales en el estado de ánimo
- cambios con el sueño (insomnio, mucha actividad o dificultad para despertarse)
- Empezó a usar incienso o ambientadores para disimular el olor a humo u otras sustancias.
Salud e higiene
- la aparición de acné que está más "enojado" de lo habitual
- comenzó a usar enjuague bucal o menta.
Dinero
- pide más dinero de lo habitual
- vende propiedades o roba dinero u otros artículos de su hogar
- tiene más dinero del habitual sin motivo aparente.
Artículos inusuales
Si encuentra alguno de los siguientes elementos en su hijo, es mejor hablar con él sobre ellos mientras trata de tener la mente abierta:
- artículos del arsenal del adicto, como agujas, tubos, rollos de papel o pequeñas bolsas de plástico con cremalleras
- Frascos de gotas para los ojos: se pueden usar para enmascarar ojos inyectados en sangre o pupilas dilatadas.
Hablar con el niño
Si nota alguno de los signos enumerados anteriormente o encuentra cosas que le molestan, comience por hablar con su hijo. No será fácil, pero es importante para la salud física y mental de su hijo que inicie una conversación. La conversación y la escucha activa son los primeros pasos para reconocer que el problema es grave y es necesario hacer algo al respecto. A continuación, se ofrecen algunos consejos que le ayudarán a empezar.
Planifica con anticipación
Antes de hablar con su hijo, averigüe más información relacionada con el problema. Estudiar lo preparará bien para ayudar a su hijo y puede ayudarlo a mantenerse lo más tranquilo posible.
Elige el momento adecuado
Es importante mantener la mente abierta y escuchar con calma y escuchar la historia de su hijo. Esto puede ser complicado y es posible que deba comenzar varias veces antes de encontrar un momento que funcione para ambos. Si un niño está intoxicado, o si usted está enojado y agitado, es poco probable que la comunicación funcione. Trate de elegir un momento en el que esté listo y su hijo esté sobrio.
Mantén una actitud positiva
Si está tranquilo y positivo, es más probable que su hijo reciba una evaluación e información adecuadas. Es más probable que culpar, sermonear o criticar obligue a su hijo a cerrarse e incluso a provocar una discusión.
Centrarse en el comportamiento
Si le preocupa el comportamiento de su hijo, intente centrarse en el comportamiento en lugar del alcohol y las drogas. Por ejemplo, su hijo puede comportarse de manera agresiva, gritar o mentir. Podría decir algo como "Me di cuenta de que recientemente comenzó a comportarse agresivamente en casa. ¿Podemos hablar de esto?" Trate de mantener la calma y elija sus palabras con cuidado.
Una vez que haya hablado con su hijo y tenga una idea de la gravedad del problema, puede aprender sobre los medicamentos específicos que está usando su hijo. Tenga en cuenta que los boletines informativos sobre drogas suelen dar los peores escenarios posibles, así que trate de no entrar en pánico ni hacer suposiciones hasta que sepa más. Puede ofrecer ayuda, pero no puede "curar" a su hijo. Es posible que su hijo no esté listo para admitir sus problemas y que no quiera su ayuda. Si su hijo no está listo o no está interesado, no puede forzarlo.
¿Qué puedes hacer ahora mismo?
Tendrás muchas preguntas. Las respuestas serán exclusivas para su familia y se obtendrán al determinar qué necesitan usted y su familia, pero puede comenzar a tomar medidas:
- quita el alcohol de tu casa
- ajuste y controle cuidadosamente el dinero de bolsillo de su hijo.
¿Quién puede ayudar?
Hay muchos recursos y opciones de apoyo para usted, su hijo y su familia, y puede comenzar hablando con su proveedor de atención médica, consejero escolar, maestro u otro personal escolar. Los familiares, amigos y otros adultos cercanos a su hijo pueden ayudarlo a usted y a su hijo.
¡Es importante recordar que no existe un nivel seguro de consumo de alcohol y drogas para niños menores de 18 años!