¿Qué significa ser una mujer de verdad? Si la respuesta a esta pregunta fuera tan simple, nadie la haría. Probablemente, toda mujer en el fondo de su alma sabe cómo ser real, porque ella ya es real, solo preocupaciones y problemas, eternos correteos y problemas que te hacen olvidarlo.
Vive en el presente
Una mujer real no persigue el crecimiento profesional, el dinero, el hombre, la felicidad y otras cosas en la vida. Ella, por supuesto, tiene metas y sabe lo que quiere, pero vive, ante todo, en el presente. Ella no pospone la vida para más tarde. Una mujer real nunca esperará hasta que pierda peso o hasta que su carrera se desarrolle. Lo más importante que tiene es hoy y lo sabe.
Ser uno mismo
Una mujer real se permite ser ella misma real. No se avergüenza de su figura, no se reprocha por nimiedades, no se prohíbe sentir. Tiene buena autoestima. Ella cree que su vida es una alegría y no muchos problemas y preocupaciones. De buena gana se permite ser feliz y disfrutar de cualquier pequeña cosa. Ella también ama su cuerpo, le permite estar relajado. También ama sus pensamientos y sentimientos, permitiéndose experimentar las emociones que está experimentando.
No tiene prisa, pero tampoco duda
Cada persona tiene su propio ritmo, y si todo a su alrededor es demasiado rápido, se cansa, y si es demasiado lento, se aburre. Una mujer real vive a su propio ritmo, no tiene prisa, pero no permite que la vida a su alrededor se congele. Ella misma siempre está interesada en vivir, su conciencia es clara y todas las acciones son oportunas. No permite que nadie influya en el ritmo de su vida.
Amor propio
Una mujer de verdad se ama a sí misma con todo su corazón. Ella no es egoísta, ayuda voluntariamente a los demás, pero no en detrimento de sí misma, porque no puedes hacer feliz a alguien mientras te haces infeliz. Valora su vida y su espacio personal, tiene su trabajo favorito y sus pasatiempos, y no sacrificará todo esto por el bien de las metas e intereses de otras personas. Ella no se engaña a sí misma, por lo que logra no engañar a los demás. Si dice que sí, entonces siente que sí, y no está de acuerdo por cortesía o miedo a ofender al interlocutor. Asimismo, no le interesa la opinión pública. Ella no trata de complacer a todos, viviendo según principios ajenos a ella.
Fuerza en la flexibilidad
Hay dos formas de lidiar con los obstáculos: golpeándolos con la frente si es lo suficientemente fuerte, o evitándolos como el agua. Una mujer real elige el segundo camino. Ella verá dónde los obstáculos tienen un punto débil, cuál es la esencia de lo que está sucediendo, cómo puedes burlar la situación. Ella elegirá el momento adecuado para tomar la acción correcta. La sabiduría y la flexibilidad son sus puntos fuertes.
Un estado interno especial
Una mujer real se siente realizada. Ella es buena consigo misma, es feliz. Esto es lo que atrae tanto a los hombres, este es su estado interior. Disfruta de la vida sola, por lo que invariablemente despierta un mayor interés en el sexo opuesto. El amor por ella misma y por los demás es su estado natural, por lo que es tan fácil para los demás amarla.