Durante años, un niño desarrollado y versado en arte es el orgullo absoluto de cualquier padre. A veces, una búsqueda fanática de imponer gustos culturales a un niño conduce al resultado opuesto: el niño pierde todo interés por la música, la pintura y el teatro. Es necesario familiarizar al niño con el mundo mágico del arte de manera gradual y significativa.
La más importante de las artes
Muy a menudo, los padres cometen un error cuando intentan imponer sus propias preferencias en la música, el cine, la pintura a su hijo. Con este enfoque, el bebé puede decidir que solo el recomendado por papá y mamá es un buen arte.
Es mucho más importante asegurarse de que el niño pueda orientarse en la diversidad cultural, dominar cosas nuevas y, en base a esto, elegir preferencias. Se recomienda comenzar a familiarizarse con los clásicos. Unas pocas visitas a exposiciones, viajes al teatro y un par de ejemplos de la literatura son suficientes para que un niño comprenda por sí mismo qué es el arte académico.
¡Todo es posible en el arte
Es importante que los padres expliquen cómo percibir el arte. Para no dañar al niño, debe advertir al bebé que los límites de lo que está permitido en el arte se amplían significativamente. Esto también se aplica a la desnudez y las descripciones del mundo. Muchos artistas y escritores describieron deliberadamente las escenas contundentes de la vida y la vida cotidiana de sus héroes para derivar una cierta moraleja de esto. Si el niño aún es demasiado pequeño para comprender el significado de las obras de arte, puede volver a este tema un poco más tarde.
Subjetivo y objetivo
Un joven crítico de arte también debe comprender que las pinturas, las representaciones y las obras musicales no pueden considerarse "malas" o "buenas". Es importante transmitirle al niño que no importa cuán extraño, extraño o incluso ridículo sea este o aquel trabajo, en cualquier caso tiene derecho a existir. Un ejemplo vívido de tal discusión puede ser el famoso "Cuadrado negro" de Malevich.
Cultura de los que no son como nosotros
Estudiar el patrimonio cultural de ciertos pueblos puede ser una excelente manera de explorar el mundo. Se ha observado que es mucho más fácil para los niños aprender sobre la historia del arte que sobre la historia de los estados.
Tampoco debemos olvidar que el conocimiento de las características culturales de ciertos países nos permite desarrollar la misma tolerancia y comprensión de que cada nación tiene sus propios motivos de orgullo.