El nacimiento de un niño, lamentablemente, no es siempre y no para todos se convierte en un acontecimiento alegre. No es raro encontrar hombres que tienden a "huir de la paternidad" y, en ocasiones, las propias madres dan lugar a dudas. El análisis para establecer la paternidad tiene como objetivo resolver tales dudas.
Con la ayuda de tales análisis, no solo se establece la paternidad, sino también la maternidad (por ejemplo, si existe la sospecha de que el niño ha sido reemplazado en el hospital), así como el parentesco en general.
El análisis de paternidad se puede realizar de forma privada o a petición del tribunal.
Análisis de grupo sanguíneo
En algunos casos, para excluir el hecho de la paternidad, basta con comparar los grupos sanguíneos y el factor Rh de la madre, el hijo y el presunto padre (por supuesto, estamos hablando de aquellos casos en los que el hecho de la maternidad está más allá duda). Se pueden nombrar varias combinaciones que excluyen absolutamente la paternidad: la madre y el presunto padre tienen el grupo sanguíneo I y el niño otro; el presunto padre tiene el grupo sanguíneo IV y el niño el primero, o viceversa; el niño tiene un grupo sanguíneo II, pero ni la madre ni el presunto padre tienen los grupos II o IV, lo mismo ocurre con el grupo III; tanto la madre como el presunto padre son Rh negativos y el niño es positivo.
Un análisis de sangre para el grupo y el factor Rh puede excluir la paternidad, pero no confirmarla. Si, según estos indicadores, un hombre, en principio, puede ser padre de un niño, esto no quiere decir que lo sea, porque hay millones de personas en el mundo con los mismos grupos sanguíneos. Se necesita un análisis más preciso para establecer la paternidad. Este es un análisis de ADN.
Análisis de ADN
La molécula de ADN, portadora de información hereditaria, se encuentra en el núcleo de cada célula del cuerpo humano en forma de 22 pares de cromosomas. La información hereditaria se codifica como una secuencia de cuatro nucleótidos: adenina combinada con timina y guanina combinada con citosina. El ADN se divide en secciones separadas: genes, cada uno de los cuales codifica la síntesis de una proteína específica. Hasta la fecha, los científicos conocen 25.000 genes. Su composición de nucleótidos es similar en todas las personas, pero existen regiones variables de ADN (se les llama polimorfismos de ADN) que ocurren con una frecuencia no mayor al 1% en la población. Son estas áreas variables las que se comparan durante el análisis para establecer el parentesco en general y la paternidad en particular.
Los expertos comparan 16 regiones variables de ADN. La coincidencia de cualquiera de ellos puede ser un accidente, pero la probabilidad de una coincidencia de todas las áreas es de 1:10 mil millones. Considerando que no hay tal cantidad de personas en todo el planeta, tal coincidencia no puede ser accidental.
La mayor precisión del análisis se obtiene tomando material genético (sangre, saliva o raspado de la superficie interna de la mejilla) no solo del niño y el presunto padre, sino también de la madre.
Hay factores que pueden distorsionar los resultados de la prueba: transfusión de sangre o trasplante de médula ósea. El análisis de paternidad se puede realizar al menos seis meses después de estos procedimientos.