Muchos escolares al final del año escolar se enfrentan a un fenómeno llamado síndrome del último trimestre. Las fuerzas se agotan, el estudio es difícil, aparece la irritabilidad. El niño puede volverse letárgico y somnoliento o, por el contrario, comenzar a mostrar signos de mayor excitabilidad. En esta situación, los padres deben ayudar al niño para que no estropee las notas finales y menoscabe su salud.
Paseos al aire libre y rutina diaria
Después de la escuela, el niño no debe pasar todo el tiempo frente a la computadora o la televisión, ya que esto conducirá al hecho de que tomará lecciones solo a última hora de la noche, cuando ya no tenga fuerzas ni ganas de completarlas.. Es poco probable que la tarea se haga bien, lo que genera malas calificaciones y reprimendas de los padres. Es necesario asegurarse de que el niño camine al aire libre todos los días, comience a hacer su tarea a una hora determinada y no demasiado tarde. Se recomienda comenzar primero con ejercicios simples para que pueda sintonizar su tarea y cambiar fácilmente a tareas más complejas. No se pueden acumular tareas dejándolas en el último momento. La carga debe distribuirse uniformemente a lo largo de la semana.
Fin de semana no programado
Si puede ver que el niño está realmente cansado, se queja constantemente de somnolencia y no puede concentrarse en las lecciones, puede organizar un día libre no planificado. Solo que nunca debe hacerse en casa. El niño debe dormir por la mañana, no es necesario despertarlo. Después de eso, debe ocuparse de las lecciones al día siguiente, y luego puede dar una caminata larga con seguridad. Puede contemplar la posibilidad de visitar la piscina, la bolera, el cine o cualquier otro lugar donde el niño pueda relajarse y alejarse de la escuela. Un día así será suficiente para que el alumno recupere fuerzas, se recupere de buen humor y pueda volver a sumergirse en sus estudios.
Salud del estudiante
En la primavera, los niños pueden experimentar deficiencia de vitaminas, lo que afecta negativamente no solo la salud, sino también la actividad intelectual: la somnolencia, la apatía y la fatiga constante no contribuirán de ninguna manera a la adquisición de conocimientos. Durante este período, es necesario revisar la dieta del niño y, si es necesario, agregarle complejos multivitamínicos después de consultar a un médico.
Alabanza y aliento
Las malas calificaciones no son motivo para regañar o castigar constantemente a su hijo. Palabras cariñosas y amables, apoyo moral y ayuda si el niño no comprende el material: el resultado no tardará en llegar y solo aparecerán las puntuaciones más altas en el diario.