El examen perinatal se realiza durante el embarazo y es una forma moderna y segura de asegurarse de que su bebé esté bien. El estudio consta de dos partes: ecografía y bioquímica, pero hay muchas razones por las que los resultados pueden ser inexactos.
Examen de ultrasonido
La ecografía se realiza al menos tres veces durante el embarazo: entre las diez y trece semanas de embarazo (primer examen), la segunda entre las dieciséis y dieciocho semanas y la tercera entre las treinta y treinta y tres semanas. Ayuda a identificar posibles defectos fetales, el estado y la cantidad de líquido amniótico y muchos otros factores. Los principales parámetros que se guían al realizar un diagnóstico: CTE (tamaño coccígeo-parietal) y TVP (grosor del espacio del cuello). Para obtener el mayor contenido de información, el CTE debe exceder los 45, 85 mm; con un feto más pequeño, los datos pueden no ser precisos. Genera inquietudes sobre TVP de más de 3 mm, esto puede indicar varios trastornos del desarrollo.
Los resultados de la ecografía pueden distorsionarse debido a una edad gestacional establecida incorrectamente. Por lo general, el médico se enfoca en ellos para aclarar el momento, pero a veces los resultados se ajustan a los datos obstétricos. Este análisis también depende en gran medida de la calidad del equipo y de las calificaciones del médico, por lo tanto, si existen dudas sobre el diagnóstico, es mejor realizar un cribado nuevamente en otra clínica antes de tomar decisiones importantes.
Cribado bioquímico
El cribado bioquímico es un estudio de la composición de la sangre, que se lleva a cabo el mismo día que una ecografía o después de 1 a 3 días. Es necesario donar sangre para hCG y PAPP. La hormona hCG promueve la producción de células de las membranas del embrión, aparece en la sangre tan pronto como 6-10 días después de la fertilización. Un aumento de beta-hCG en sangre puede indicar embarazos múltiples, patologías fetales, diabetes mellitus o toxicosis en la futura madre. Aún más peligroso es un nivel demasiado bajo de hCG: este es un signo de un embarazo ectópico, la amenaza de aborto espontáneo, insuficiencia placentaria e incluso muerte fetal.
El análisis de PAPP se realiza solo en el primer trimestre del embarazo. Su disminución indica la presencia de anomalías cromosómicas en el feto, la posibilidad de síndrome de Down, Edwards, Cornelie de Lange y la amenaza de aborto espontáneo. Este análisis es muy sensible al término del embarazo, por lo que un error al establecer el término incluso durante una semana puede llevar a un diagnóstico incorrecto.
Hay que tener en cuenta que los resultados pueden resultar distorsionados por algunas razones más. Por ejemplo, si la madre tiene sobrepeso, las lecturas a menudo superan la norma, y si son demasiado delgadas, por el contrario, están demasiado subestimadas. También es difícil calcular el riesgo de patologías en embarazos múltiples o fertilización in vitro (FIV). Incluso un descuido tan insultante como el desayuno antes de la donación de sangre puede convertirse en motivo de un análisis incorrecto.