El cuerpo de una mujer embarazada sufre cambios hormonales que afectan gravemente su bienestar. Una de las quejas más comunes es el dolor de cabeza asociado con la disminución de la presión arterial en mujeres embarazadas.
Los signos de presión arterial baja son debilidad, somnolencia, náuseas, mareos, tinnitus, visión borrosa, desmayos, sensación de falta de oxígeno.
La presión arterial normal en una mujer embarazada varía de 140/90 a 90/60, se permiten fluctuaciones de presión normales de hasta el 10 por ciento. Si los indicadores de presión arterial han caído por debajo del segundo indicador, se deben tomar medidas.
En ningún caso debe usar medicamentos para aumentar la presión arterial sin receta médica. Por ejemplo, el extracto de Eleutherococcus no solo estabiliza la presión arterial baja, sino que también aumenta el tono del útero.
Para aumentar la presión arterial baja, es mejor usar remedios caseros que tengan un efecto más suave. Entre ellos se encuentran el té dulce fuerte con limón, perejil, jugo de tomate, café suave, chocolate.
Para estabilizar la presión arterial, es necesario observar el modo de trabajo y descanso, comer de manera equilibrada, descansar más y caminar al aire libre.
La mayoría de las mujeres embarazadas no consideran peligrosa una caída de la presión arterial, pero las consecuencias de su caída son una alteración de la circulación sanguínea en la placenta, lo que ralentiza el acceso del feto al oxígeno y los nutrientes. La presión arterial baja también puede ser un síntoma de enfermedades peligrosas (úlcera de estómago, insuficiencia tiroidea y suprarrenal), reacciones alérgicas, infecciones. Por lo tanto, se debe informar al médico tratante sobre una caída en la presión arterial.
