Las creencias pueden mantenerse por sí mismas. Una vez que una persona crea un fundamento mental para sus ideas, es poco probable que se separe de ellas. Las creencias son extremadamente difíciles de cambiar, pero aún son posibles. Intente esto siguiendo unas sencillas pautas.
Instrucciones
Paso 1
Decidir sobre el carácter del interlocutor. El punto es que diferentes personas se comportan de manera diferente en una discusión. Algunos escuchan con mucha atención al interlocutor, mientras que otros no prestan atención a las palabras habladas. Para el primero, el modelo ideal es la presentación de argumentos verbales, para el segundo, imágenes visuales.
Paso 2
Usa la regla de Homero. Según él, para cambiar las creencias de otra persona, es necesario utilizar un cierto orden de argumentación. Utilice primero los argumentos más fuertes, luego los intermedios y finalmente elija los más sólidos. Normalmente, este modelo funciona a la perfección.
Paso 3
Aplica el método de Sócrates. Si necesita que el interlocutor esté de acuerdo con su creencia, primero hágale dos preguntas, a las que debe responder "sí". Luego exprese su creencia de una manera accesible. En la mayoría de los casos, la otra persona estará de acuerdo con su punto de vista.
Paso 4
Habla emocionalmente, enfocándote en las necesidades e intereses de tu interlocutor. Es mejor comenzar una discusión con lo que los pueda acercar. Entonces la persona comenzará a escucharte con mucha más atención. Asegúrese de indicar que tiene experiencia en esta área y consulte constantemente su autoridad.