La deficiencia de lactasa es una disminución en la actividad de una enzima intestinal especial, la lactasa, que es responsable de la descomposición completa del azúcar de la leche (lactosa). Al mismo tiempo, la lactosa no digerida estimula el flujo de líquido hacia la luz intestinal que, bajo la influencia de la microflora local, provoca la acumulación de gases. El proceso se acompaña de frecuentes deposiciones acuosas y espumosas, hinchazón, dolor y ruidos. Estos síntomas suelen aparecer inmediatamente después de que se alimenta al bebé.
Instrucciones
Paso 1
El tratamiento de la deficiencia de lactasa congénita y adquirida (una condición temporal que ocurre después de las infecciones intestinales) se basa en una disminución en la proporción de lactosa consumida en la dieta, hasta su exclusión. Para compensar esta enzima y preservar la alimentación natural en los bebés, el médico prescribe su forma de dosificación (Lactase Baby, Lactazar y otras). En esta condición, es importante seguir amamantando el mayor tiempo posible.
Paso 2
Los alimentos complementarios deben introducirse al mismo tiempo que el resto de los niños. Sin embargo, los primeros alimentos que prueba un bebé deben ser sin lactosa. Estos pueden ser vegetales (calabacín, brócoli, calabaza) y frutas (manzana, pera). Debe limitar el consumo de alimentos que contengan leche y azúcar tanto como sea posible. Las gachas de avena y los purés de verduras deben cocinarse en agua o deben usarse mezclas especiales sin lactosa.
Paso 3
La lactancia materna en esta condición se cancela gradualmente. Después de un año, se puede inyectar cuidadosamente al niño con productos lácteos especializados bajos en lactosa y productos lácteos fermentados en dosis que no causen manifestaciones de deficiencia de lactasa en el bebé.