La diferencia entre un bebé de 3 meses y un recién nacido es sorprendente. El bebé ya no está tan indefenso como inmediatamente después del nacimiento. Su cuerpo se hizo más fuerte y una expresión completamente diferente y significativa apareció en su rostro. Las reacciones del niño también han cambiado, se han vuelto más maduras y manejables.
Habilidades físicas de un niño a los 3 meses
A esta edad, el niño debe controlar bien sus propias manos, realiza movimientos significativos y coordinados. El niño alcanza juguetes y objetos que le interesan, hace movimientos de agarre. Y aunque todavía falla con más frecuencia que golpes, al final el niño puede tomar lo que le interesaba en sus manos y llevárselo a la cara. La mayoría de las veces, todo lo que llega a las manos del bebé, lo lleva inmediatamente a la boca.
El niño sabe jugar con las manos, intenta aplaudir. Los niños con desarrollo físico ya pueden darse la vuelta por sí mismos de espaldas a los lados o incluso boca abajo. Acostado boca abajo, el niño sostiene bien la cabeza, la gira en diferentes direcciones y mira con interés el entorno y observa a los adultos. En este caso, el niño, acostado boca abajo, se apoya sobre los codos y levanta el pecho.
Un bebé de tres meses puede mantener la cabeza erguida con confianza durante 5-6 minutos. Está interesado en los sonidos y capta claramente la ubicación de su fuente, girando en su dirección. A algunos niños pequeños les gusta escuchar música tranquila y agradable.
A esta edad, la respuesta visual de los niños también mejora. No solo miran objetos y personas en movimiento, sino que reaccionan a la alimentación: abren la boca cuando se acerca el pecho o el biberón de la madre.
Los períodos de vigilia se alargan, es posible que el niño no duerma durante 1,5-2 horas seguidas.
Desarrollo psicológico de un niño a los 3 meses
Al cumplir los 3 meses, el olfato del niño se activa, reconoce a las personas conocidas visualmente, por la voz y por el olfato. Las manifestaciones de las emociones a esta edad son cada vez más diversas. El niño sonríe, ríe a carcajadas y tararea si se siente bien, pero la reacción a los factores negativos sigue siendo un llanto, pero es tan diversa que los padres ya pueden entender exactamente qué lo causó: hambre, dolor o simplemente falta de atención.
La comunicación con el bebé se vuelve mutua. El niño responde a las palabras de los adultos que se le dirigen haciendo varios sonidos. Al mismo tiempo, el conjunto de vocales y consonantes que un niño puede pronunciar también se expande en 3 meses. El niño separa claramente los sonidos individuales y puede pronunciar su primer "agu".
Cuanto más le hablen los padres al niño, se vuelvan hacia él, lean poesía y canten canciones, mejor se desarrollarán las habilidades del habla del bebé.
A los tres meses, los niños también comienzan a demostrar manifestaciones de memoria: conocen el momento de la alimentación, distinguen a todos los miembros de la familia. El niño reacciona especialmente activamente a sus padres, trata de llamar la atención sobre sí mismo, se regocija si lo cargan.