La necesidad de averiguar el sexo de un niño antes de su nacimiento puede deberse tanto a razones objetivas como a una simple curiosidad. En Internet, revistas y libros, puede encontrar muchos métodos para determinar el sexo de un bebé utilizando información sobre los padres, la fecha de concepción y mucho más. Pero estos métodos, lamentablemente, no son muy fiables. Si el deseo de determinar el sexo del niño es grande, puede recurrir a la ayuda de la medicina.
Instrucciones
Paso 1
Un método simple y no invasivo es un examen de ultrasonido (ultrasonido) del feto. Si desea usarlo, pídale a su obstetra-ginecólogo que monitorea el embarazo que le recete este procedimiento. Pero no espere que el resultado sea absolutamente exacto. A veces sucede que el médico no logra obtener una imagen de la parte deseada del feto. Los errores también son comunes, especialmente al principio del embarazo. Por cierto, se cree que el sexo del niño por ultrasonido no se puede determinar hasta la duodécima semana obstétrica. En consecuencia, este método no es adecuado para el diagnóstico temprano de género.
Paso 2
Si existe una gran necesidad de averiguar el sexo del feto en las primeras etapas del embarazo, se puede realizar un análisis genético de sus células. Para hacer esto, seleccione un laboratorio que proporcione procedimientos como amniocentesis, cordocentesis o muestreo de vellosidades coriónicas. Todos ellos son una colección de material de las membranas del feto, que tienen el mismo genotipo que el del niño. En el futuro, las células resultantes se envían al laboratorio para determinar los cromosomas responsables del sexo. El material se extrae con una aguja especial, perforando el vientre de la madre y el caparazón del feto, lo que aumenta el riesgo de aborto espontáneo. Por lo tanto, dicho procedimiento debe realizarse solo si ha tenido enfermedades genéticas relacionadas con el género en su familia.
Paso 3
Además, es posible determinar el sexo del niño analizando la sangre de la futura madre. Este método se basa en la presencia de una pequeña cantidad de células fetales en el torrente sanguíneo materno. Si el análisis revela un cromosoma Y, se puede argumentar que el feto es masculino. El procedimiento se puede realizar a partir de la séptima semana de embarazo. Los investigadores creen que la precisión del análisis puede estar cerca del 100%, pero el método aún no se ha aplicado ampliamente.