¿Con qué frecuencia encuentra que su hijo imita constantemente a su personaje de dibujos animados favorito? No duerme ni come, exigiendo la presencia constante de su ídolo. ¿O es solo un pasatiempo seguro y pasará con la edad?
Recoge la colección
En muchas cadenas de tiendas se realizan promociones, acompañadas de un anuncio luminoso con el lema: "Recoge toda la colección". Y la mayoría de los niños toman este llamado como una guía para la acción. El niño está seguro de que si no recibe otro personaje de la colección, pierde algo importante. De hecho, en el jardín de infancia, muchos niños ya lo han recogido. El niño no está interesado en el personaje en sí, es importante que no se convierta en un extraño. Y ahí radica el peligro: la motivación del consumidor comienza a prevalecer sobre la motivación cognitiva. En otras palabras, al niño no le interesa la historia de los juguetes, sino su cantidad. Al crecer, estará a la vanguardia de un teléfono moderno o zapatillas de marca. Si los padres no pueden proporcionarle lo que quiere, esto afectará su autoestima. Después de todo, desde muy joven estuvo acostumbrado a medir el éxito por el número de "colecciones".
Para evitar esto, los padres deben dejar de pensar que sin comprar otro juguete, el niño dejará de ser feliz en la infancia o será el peor de todos en el jardín de infancia. Si el niño está obsesionado con algunos robots, intente cambiar la atención a otros juguetes. Aprenda la historia de la creación de ladrillos, coches de juguete, constructores o idee algo juntos.
Horizontes estrechos
También sucede que su hijo acepta ver solo dibujos animados con su héroe favorito o escuchar cuentos de hadas sobre él. No quiere ver ni oír nada más. Como resultado, la perspectiva del niño se estrecha y se vuelve difícil para el niño asimilar nueva información no relacionada con el personaje amado. Posteriormente, se negará a aprender letras sin la imagen de su ídolo, etc.
Su juguete favorito puede ayudar a cautivar a un niño con algo nuevo. Coloque al niño en la cuna con el juguete y dígale que realmente quiere escuchar un nuevo cuento de hadas, ver una caricatura. Sea persistente y consistente. Al principio, el bebé será caprichoso, pero la repetición repetida de la solicitud del juguete sin levantar la voz conducirá al resultado deseado.
Mejor menos
Cuando un niño aparece en una familia, se convierte en el centro de la vida de todas las personas cercanas y queridas. Los padres le dan regalos. Después de todo, en su infancia no hubo tal diversidad. Los abuelos cariñosos profundizan en las características técnicas de los transformadores, comienzan a comprender a los constructores, estudian la moda de las muñecas. En este punto, el niño comienza a perder el valor de las cosas nuevas. Un auto se averió, nada, el abuelo comprará diez nuevos. Y para devolver al niño la alegría de un juguete nuevo, tendrá que reducir su número. Puede que no haya tantos juguetes, pero volverán a ser deseables. Será interesante jugar con ellos, no romper.
En un esfuerzo por darle al niño todo lo que no teníamos, cultivamos en él una actitud consumista hacia todo. Pero es importante, cuando el niño crezca, que se deje guiar no solo por los valores materiales, sino también por los espirituales. Estaba agradecido y paciente.