Los niños pequeños pueden ser impredecibles. Literalmente un minuto, y su lindo niño sonriente hace un berrinche en medio de la tienda. Durante los siguientes minutos, el niño puede correr por el centro comercial con una mirada feliz, como si nada hubiera pasado. Aprender a lidiar con estas emociones requiere aprender a interactuar con los niños pequeños.
1. Piensa en tareas divertidas
Dado que los niños pequeños estropean y manchan constantemente su ropa, así como los objetos que pueden alcanzar, su hogar siempre está en un estado deteriorado. Si quieres que tu hijo te ayude a mantenerte limpio y ordenado, además de hacer algunas tareas domésticas, debes presentárselas en forma de tareas simples, así como en forma de juego.
Simplemente acercarse a un niño y decirle que tiene que guardar los juguetes es la actividad más ineficaz. Ofrécete a jugar carreras o desafía a este intrépido caballero en una competición llamada "limpiar los cubos", eso es todo. Naturalmente, el ganador recibirá una taza de delicioso jugo de naranja o compota.
Si hay varios niños, la tarea se vuelve aún más fácil: la mente universal puede darles la tarea de limpiar el espacio exterior.
2. Hacer que el niño se sienta dueño
A los niños les encanta sentir que tienen control y autoridad sobre las cosas. Entonces será menos probable que el niño desobedezca o haga un berrinche. Por ejemplo, si establece varias tareas para el niño, déle la opción de por dónde empezar e indíquelo de alguna manera, indicando el papel dominante del pequeño señor.
3. Crea una rutina
Los niños pequeños, a diferencia de los adultos, no tienen sentido del tiempo. A pesar de toda su excentricidad, se sienten tranquilos, realizando las mismas acciones todos los días.
Para crear una sensación de seguridad en tu bebé, nunca recurras a cambios bruscos en su horario habitual: dormir, comer, jugar.