¿Vale La Pena Darle Papilla De Leche A Un Niño Menor De Un Año?

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¿Vale La Pena Darle Papilla De Leche A Un Niño Menor De Un Año?
¿Vale La Pena Darle Papilla De Leche A Un Niño Menor De Un Año?
Anonim

El inicio de la alimentación complementaria y la expansión de la nutrición de un bebé es uno de los períodos más difíciles en el desarrollo del cuerpo de su bebé. Los errores cometidos por los padres durante este período pueden tener graves consecuencias para el mayor crecimiento y desarrollo del niño. El estricto cumplimiento de los consejos de nutricionistas y pediatras ayudará a criar a un niño fuerte y saludable.

¿Vale la pena darle papilla de leche a un niño menor de un año?
¿Vale la pena darle papilla de leche a un niño menor de un año?

¿Debería darle a su hijo papilla de leche antes de cumplir un año?

La pregunta no es fácil, para una respuesta precisa, uno debe entender claramente la razón por la que se agrega papilla a la lactancia. Se cree que la leche materna tiene una composición ideal y es el único producto que es completamente adecuado para alimentar a un bebé de hasta un año.

Al mismo tiempo, es posible una situación en la que los alimentos complementarios en forma de papilla de leche sean la única salida para proporcionar al bebé una nutrición adecuada. Intentemos enumerar las principales razones para cambiar a una dieta mixta con la adición de papilla de leche:

- la cantidad de leche materna no cubre la necesidad de alimento del bebé;

- el bebé tiene hambre constantemente, no aumenta de peso;

- la leche materna es algo líquida, es necesaria para aumentar la ingesta calórica del niño;

- la fórmula utilizada para reemplazar la leche materna es mal tolerada por el niño;

- hay una falta de vitaminas B;

- por cualquier motivo, no es posible seguir alimentando al bebé con leche materna o fórmula.

La lista podría continuar, pero no hay una necesidad especial para esto. Lo principal está claro: hay situaciones en las que la madre, junto con el pediatra, decide comenzar a alimentar al niño con papilla de leche. Las gachas de avena son ricas en minerales, proteínas vegetales y vitaminas B.

Cuando empezar

Por lo general, comienzan a alimentarse con cereales no antes de la edad en que el tracto gastrointestinal del niño ya está acostumbrado a los purés de frutas y verduras, es decir, no antes de los 4-6 meses. Pero a veces la papilla se convierte en el primer alimento complementario. Los médicos pueden hacer estas recomendaciones en caso de un escaso aumento de peso.

Por lo general, se eligen cereales poco alergénicos, como el arroz, el maíz o el trigo sarraceno, cocinados primero sin leche y luego con leche diluida. Los granos se trituran en un molinillo de café o la papilla cocida se rompe con una licuadora y se le da al niño a través del pezón. No se recomienda administrar gachas de avena integrales antes de los 9-10 meses.

Algunas madres prefieren comprar cereales en forma de fórmulas secas para alimentos para bebés. La papilla preparada es conveniente, pero el resto no debe recalentarse. Esta regla no debe violarse bajo ninguna circunstancia. Ningún fabricante puede garantizar la esterilidad de la leche de fórmula o la papilla, y la papilla cocida puede convertirse en un caldo de cultivo para microorganismos que se multiplican rápidamente. Cuando su concentración en un producto excede un nivel seguro, el producto puede ser extremadamente peligroso para la salud del niño. No deje lo que el bebé no haya terminado de comer para la próxima toma.

Elegir papilla

La papilla de sémola se ha considerado durante mucho tiempo ideal para comenzar a alimentar a los bebés. Pero la composición de la sémola es mucho más pobre que la del arroz, el trigo sarraceno o el maíz. Rica en carbohidratos y pobre en fibra, la sémola se prefiere más adelante en la vida. Hoy en día, los nutricionistas y pediatras desaconsejan dejarse llevar por la sémola en la dieta de un bebé.

La papilla de arroz no afecta los intestinos del bebé, pero está contraindicada para un niño que sufre de estreñimiento. Es rico en vitaminas y aminoácidos. El maíz está indicado para la intolerancia al gluten. La papilla de maíz evita la fermentación en los intestinos. El trigo sarraceno y la avena son los más ricos en vitaminas, fibra dietética y minerales. Dan mucha energía al niño, preferiblemente por la mañana. Estos cereales son ricos en fibra, esto evita que el niño sufra de estreñimiento.

¿Cómo cocinar?

Es mejor cocinar gachas para un niño hirviendo primero el cereal en agua y luego, al final de la cocción, agregue la leche. Hasta que el niño esté acostumbrado a la leche entera de vaca, debe diluirse a la mitad con agua hervida. En ningún caso debe darle a su hijo leche de cabra o cocinar papilla con ella. Su alto contenido en grasas es peligroso para los intestinos de un bebé.

Durante la formación del sistema digestivo del niño, es necesario tratar su nutrición de manera cuidadosa y cuidadosa. Tenga cuidado al elegir la dieta de un bebé. ¡La recompensa por su trabajo y cuidado será una sonrisa feliz en el rostro de su hijo sano!

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